Conectar-Igualdad: jóvenes mercedinos en las plazas

Por Sebastian Varceló | Las computadoras que el Estado Nacional ha venido desde hace un tiempo a esta parte entregando a los estudiantes de todo el país y puntualmente en Mercedes están empezando a mostrar en la sociedad la importancia que tienen a la hora de educar y de generar un achicamiento real en la denominada brecha digital, es decir, la distancia existente entre los que pueden y hacen un uso y explotación de las tecnologías de la comunicación y los que no, por diversos motivos, pero, fundamentalmente por cuestiones económicas ya que como sabemos conectarse y poseer los medios no es barato.

Las netbook entregadas en Mercedes ya han sido vistas en las aulas de clases de establecimientos educativos, pero, también, e igualmente importante (o más!) en la vía pública.

Muchos jóvenes se han permitido (y lo bien que hacen) sentarse en la plaza San Martín o la denominada plaza de La Estación a navegar por Internet. Esta situación por algunos puede ser vista como una desviación del sentido educativo escolar que se les da a las máquinas, sin embargo, dicho uso, es, además de distractivo, educativo.

Pueden chatear, o leer un diario, visitar una página de juegos o una red social. Hagan lo que hagan es siempre educativo: los hace explotar un recurso tecnológico. Sin ir más lejos, el miércoles 12 de enero cerca de la 01.30 de la madrugada un joven estaba navegando en plaza San Martín aprovechando el Wi Fi que el municipio allí brinda. Es decir: no molestaba (nunca un joven en la calle es molestia, nunca), no estaba en bandita, no perdía el tiempo con la televisión. Navegaba, explotaba en un uso racional un recurso.

Esto es pedagógico, integrativo, socializador y generador de conocimientos.

¿Cómo aprenden? Muy sencillamente, naturalizan, hacen propio cada acto de interacción con la computadora, desde usar el procesador de texto a un editor de videos o de fotos para compartir por la red social con amigos. Por el traslado de música, cortando y pegando. Cosas que parecen simples, pero, siempre, requieren de una práctica y un acceso, además de una lógica exploración.

Bienvenidos sean los jóvenes de nuestra ciudad que, además de usar las netbook en el aula de clase, en las bibliotecas escolares o en sus casas, salgan a las plazas a navegar,  escuchar música o mirar un video.

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