Marcelo Suárez opina sobre Cooperativa Levin

Por Marcelo Suárez

El domingo por la mañana tuve el agrado de asistir a una nueva asamblea de la Cooperativa de Electricidad Julio Levin. Y digo que lo hice con satisfacción porque siempre me jacte de pertenecer a la misma como asociado o como consejero y participar. Nada más ni nada menos que eso.

En otros tiempos más oscuros de la vida de la cooperativa cuando estaba en la administración la Lista Verde tuve que lidiar junto a un grupo de asociados contra las irregularidades que se llevaban a cabo.

No fuimos muchos los que levantamos la voz y me costaba creer como la mayoría de los socios silenciosos de la cooperativa no se expresaban con su voz y voto, castigando a quienes se habían desviado del camino.

En algún momento escribí en estas mismas páginas que podría suceder que con permiso del estatuto y de asambleas en las que lamentablemente concurrían muy pocos socios se pudiera cambiar los objetivos y dejar de lado el fin principal para lo cual fue creada la cooperativa. Pero esto no era lo correcto ni lo saludable para una cooperativa.

Por ejemplo, que una cooperativa eléctrica comprara una clínica en convocatoria parecía a todas luces un despropósito y sin embargo ocurrió.

Y si ocurrió fue porque existieron cómplices y culpables: los que miraron para otro lado, los que se tocaron el bolsillo, los que buscaron votos políticos, los que dijeron «yo no me meto», los que tuvieron miedo…

La Clínica Cruz Azul S.A. ubicada en la calle 29 al 353 ,llegó a tener una composición del capital suscripto e integrado de 250,000 $ y su presidente fue Ernesto Gaspar que a su vez era presidente de la Cooperativa Levin.

Aquellos que nos rebelamos y nos autodenominamos Lista Blanca fuimos cuestionados, maltratados y señalados en el mejor de los casos como “semilleros de maldad”.Los integrantes de la conducción oficialista emitieron cuanto comunicado pudieron en los medios de Mercedes para desprestigiarnos realizando denuncias que faltaban a la realidad. Quizás por ello todos sus juicios y acusaciones judiciales que nunca prosperaron.

Lo que en verdad se pretendía era desviar la atención al vaciamiento que se estaba realizando en la Levin.

En efecto, en las cooperativas se deben distribuir los excedentes porque no existen ganancias. O se reinvierte en el objetivo social buscado -como hoy creo que se esta haciendo- o se le devuelve la plata al asociado. Se considera excedente repartible solo aquel que provenga de la diferencia entre el costo y el precio del servicio prestado a los asociados, teniendo en cuenta todos los gastos administrativos y sociales. Es mas, en nuestro estatuto esta claramente estipulado que no puede haber “desvíos” excepto los que se estipulan a saber: 1) un cinco por ciento como reserva legal 2) un cinco por ciento al fondo de acción asistencial y laboral como estimulo al personal 3) otro cinco por ciento para un fondo de educación y participación cooperativa.

El resto debe distribuirse entre los asociados en concepto de retorno. En las cooperativas de consumos de bienes y servicios como las eléctricas, este beneficio va de acuerdo al consumo de cada asociado. O sea, aquellos que consumen mas, son beneficiados por rebajas o devolución de los excedentes. Aunque suena raro, eso es lo que dice el articulo 42 de la ley 20.337 madre de todos los estatutos de las cooperativas.

Lamentablemente esto nunca sucedió. Ni sucede por varias razones ( hoy la cooperativa es deficitaria y entre tantas cosas sigue pagando deudas y juicios de aquella gestión).

En aquel momento nos preguntamos ¿para qué comprar la Clínica Cruz Azul que estaba en convocatoria en vez de bajar la luz o repartir el dinero excedente?.

La explicación estaba en que el destino de los excedentes generados por la prestación de servicios a no asociados no se toman en cuenta y se ponen en una cuenta especial. Lo que ganaba la Clínica, si sucedía, en definitiva no volvía a las arcas de la Cooperativa.

Por el contrario su compra, los prestamos, los bienes que se compraban y el trabajo que realizaban alguno de nuestros asociados eran un constante traspaso de dinero que pagamos todos los asociados de la Levin.

El tiempo demostró lo que denunciamos. El Quiebre de la Clínica Cruz azul aún tiene consecuencias sobre la Cooperativa Levin. O tenía

Porque este domingo, en el 58 ejercicio tuve la satisfacción de enterarme que las acciones de la Clínica Cruz Azul que tenía un valor simbólico en los últimos tiempo ya no existen mas para los asuntos contables.

Posiblemente tengamos que enfrentar nuevos problemas: como promesas que no se cumplen desde el municipio o el gobierno, falta de subsidios, falta de recomposición de tarifas, pero lo que sí queda claro es que estamos en el rumbo adecuado.

El actual presidente Eduardo Raúl Pedeuboy ( hoy Lista Violeta) tuvo un gesto poco inusual al comenzar la asamblea y dijo – palabras más palabras menos- que hoy la cooperativa existía gracias a un puñado de asociados que se jugaron por salvar la cooperativa y nombró a varios de los integrantes de la lista Blanca, algunos lamentablemente fallecidos.

Esperemos que hayamos aprendido. Y así parece, por la cantidad de asociados que se presentan en cada asamblea. Quizás no estemos en todo de acuerdo. Siempre esta la posibilidad de cambiar la conducción o los integrantes a consejeros, pero lo que debemos de aprender de esta terrible lección que nos llevo años resolverla, es que no nos tenemos que desviar en nuestros objetivos.

Porque no nos olvidemos que todos somos dueños de la Cooperativa Levin.

Y que tenemos que participar.

Tan simple como eso.

 

 

 

Marcelo César Suárez

 

Altamira- Mercedes

 

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