YPF: las primeras impresiones

Por Luciano Demergasso

En los días venideros lograremos procesar con mejores datos y mayor potencia reflexiva la decisión del gobierno de tomar el control de YPF. Mientras tanto debemos, como ciudadanos, para hacer un juicio de los hechos, tener una distancia responsable de lo que los medios de comunicación manifiesten. Tanto aquellos que lanzarán laureles y la historia por sobre los hombros de la presidenta como quienes nos inserten el miedo y la especulación de los intereses privados.

En concreto nos encontramos con una medida que empieza a reparar un daño vivido en la década del noventa, cuyos frutos no se verán en lo inmediato sino sólo al largo plazo. Se recupera un elemento central que todo gobierno de gestión estatal bajo un modelo de Bienestar debe tener: los recursos naturales. Por ahora es el petróleo, el debate debería incluir la minería, la pesca, el agua, pero, ese es otro paso y otro momento con otras características no posible de parangonar.

En el acto donde se anunció el proyecto la presidenta colocó a los camporistas en primera fila, sin embargo, los relegó ante un histórico para la acción final. Será De Vido, un peronista de pura sangre, quién llevará adelante el proceso de re nacionalización. La administración será plenamente peronista.

Los medios de comunicación han convocado, en algunos casos, a los fantasmas del pasado como desde la estatización de las AFJP que no se veía. Hablan de las mil y una plagas que caerán sobre el país siendo algo que difícilmente suceda. Amenazan con cierres de importaciones, juicios y la imagen en el exterior sin palabra alguna de o importante: qué pasa puertas adentro.

Ningún país se inmola por una empresa de administración ajena. La Unión Europea se solidarizará con España, reclamará y condenará posiblemente, pero difícilmente se apegue a un país que encima tiene una crisis sin precedentes de la cual no saldrá pronto. En otras palabras: el mundo tiene demasiados problemas como para hacerse cargo de una situación relativamente menor ante la caía de países enteros por una crisis que no cesa dentro de las principales potencias.

Otro capítulo es ver el rol de los Kirchner en relación a YPF en el pasado, aunque, queda más para la baratija histórica que para lo que nos interesa: el futuro del país y los recursos más allá de un gobierno circunstancial.

 

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