¿Quién debe realmente leer el mensaje del 8N?, por David Valerga

Por David Valerga
Abogado – Ex presidente del Concejo Deliberante 

Durante las ultimas semanas, pero sobre todo en estos últimos días, mucho se habló y especuló sobre el mencionado 8N, que ya había ocurrido el 13S, y que mucho de esto venia como respuesta al 7D; ha esta altura usted lector, quizás despreocupado o desinformado, se preguntará de que habla este, que son todos esos números y letras, le digo que esta es la moda mediática que se ha impuesto, que como todo en nuestro país, llega con cierto retrazo, ya que cuando el 11 de setiembre de 2001 voltearon las torres gemelas, se lo llamo 11S, y en España el atentado a los trenes que fue un 11 de Marzo de 2010, se lo llamó 11M.

Lo concreto es que para el pasado 8 de ese mes se auto convocó mucha gente, vía redes sociales, para protagonizar otra protesta contra el gobierno, encadenándola con la del 13 de septiembre, pero la particularidad de esta, a comparación de aquella, fue que muchos dirigentes del multicolor arco opositor, también salieron a convocar explícitamente a estas marchas de protestas que se reflejarían en muchas ciudades del país, pero sobre todo en los grandes centros urbanos como Capital Federal, Rosario, Córdoba, entre otros.

Y, mas allá, de si el Gobiernos Nacional debe o no hacer caso a estas voces de protestas, que existen y esta muy bien que así sea, es parte de nuestra democracia, y demuestra una vez mas que la política como actividad está mas viva que nunca, ya que todos hablamos y discutimos de política, no solo en el bar de la esquina, en la escuela, en el trabajo, en la mesa de nuestro hogar, en todos lados, y esto debe ser tomado como un síntoma de maduración y un paso adelante en la participación ciudadana. Los que no pueden mirar para otro lado y hacer de cuenta que nada paso, es la oposición, ya que lo que era una protesta, que se supone contra el gobierno, en realidad es un claro mensaje para la oposición, ya que nadie, de esa profusa y confusa oposición, logra capitalizar toda esa masa critica ciudadana, nadie logra convencerla para que se transformen en militantes o como mínimo simpatizantes de algún partido político de la oposición, lo que hace que el dialogo, entre esa numerosa población, que es critica al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y dicho gobierno se haga muy difícil, ya que no hay quien lo canalice y permita sentarse en una mesa para debatir, discutir y de ese ámbito lograr torcer el rumbo, si así se pretende, en algunas acciones o políticas del gobierno nacional.

Es como si en un barrio de nuestra Ciudad, se alzaran en contra del gobierno municipal por alguna cuestión concreta, el Intendente, podrá escuchar el reclamo e intentar darse una política en ese sentido, pero si su prioridad pasa por otra acción de gobierno, y si no hay, minimamente, una sociedad de fomento que tome dicho reclamo, al mismo difícil que los vecinos puedan verlo concretarse.

A mi humilde entender, quienes deben leer realmente el mensaje de la gente que saliera a la calle e hiciera el 8N, debe ser la oposición, si tienen intenciones de ser poder en algún momento para llevar adelante sus proyectos; dado que el gobierno nacional puede o no tomar el mensaje de la protesta, y esto incluso podrá ir en su propia contra, hecho este que podrá verse reflejado en las urnas cuando se vote el próximo año.

Insisto, quienes deberán hacer un profundo análisis será la oposición, que vivió casi con euforia la marcha del 8N, pero que ahora están, casi obligados, a ver como trabajan de acá a octubre del año próximo para las legislativas, pero sobre todo para el 2015, en la construcción de una alternativa al peronismo kirchnerista, de lo contrario seguiremos viendo a un sector de la sociedad que seguirá marchando, al cual el gobierno nacional podrá o no hacerle modificar su rumbo, pero estaremos ante una democracia incompleta, ya que si el gobierno es autoritario, soberbio, y tantos adjetivos calificativos más que se le enrostran, gran parte de la culpa de que eso ocurra es que enfrente no hay una fuerza política que pueda ponerle freno, sabemos que es difícil por la propia naturaliza humana, y mas cuando se está en el ejercicio del poder, que se ejerza el auto limite, el equilibrio, el control, la posibilidad de alternancia en el poder siempre está dada por la presencia de una fuerza opositora, que por ahora en nuestro país no se avizora.

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