Cuentos del Abuelo en el merendero de 26 y 55

Oscar Dinova y sus Cuentos del Abuelo visitaron el merendero de 26 y 55, tarea de Juan Diaz y sus amigos. En las vísperas del Día de La Patria, el escritor fue invitado a charlar con los niños, jóvenes y vecinos del merendero ubicado en el corazón de tres barrios mercedinos; Unzué, Unidad y Progreso y Marchetti.

«En ese lugar, un puñado de entusiastas argentinos, sin distinción de banderías políticas, se entregan a una labor encomiable; la de ofrecer una merienda cotidiana a todos los chicos y chicas que se acercan todas las tardes a un galpón repleto de calidez humana», explicó Dinova.

«Un tablón, unas sillas, una hornalla generosa y una olla humeante los espera cada tarde para saborear un rico té caliente, galletitas y pan. Todo lo que allí se otorga a los pibes surge de una labor monumental y silenciosa de un pingazo de aquellos y sus incondicionales colaboradores. Juan Diaz y sus amigos y amigas recorren la ciudad y las instituciones en busca de aportes para que nunca falte esa merienda de la tarde», agregó el escritor que contó que en la charla leyó sus cuentos como el de Lobo el Héroe, las anécdotas del Loco del Maletín y el relato de Carlos Gardel y su visita a Mercedes.

«Una caricia y un reconocimiento para gente que está haciendo Patria. Les pegó duró la inundación, bofetadas sucesivas que hubieran quebrado al más pintado. Pero estos paisanos están hechos de buena madera, son curtidos, no aflojan y le muestran los dientes a las crudezas y a las carencias. Y por sobre todo andan por la vida con el corazón en la mano. No son ricos, no de dinero, pero sí de amor y de patriotismo. Algún día esos pibes que hoy son queridos y atendidos sabrán que en los momentos duros de la vida su Patria no los abandonó, estuvo presente en una taza caliente, justito después de la salida de la escuela, ahí en el Merendero de la calle 26 y 55. No duden aquellos que puedan apoyarlos que, junto a ellos, también estarán haciendo Patria. Porque esa gente, vecinos de Mercedes, llevan prendida la escarapela en el alma», concluyó Oscar dinova en un texto enviado a los medios locales.

 

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