Como desarrollar una educación para el desarrollo sostenible para docentes

Cristián Frers* – «Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra». Actualmente el Planeta Tierra se encuentra sumergido en un mar de problemas ambientales, derivados de las distintas formas de vida, que el hombre  adoptó a lo largo de la historia.

El ser humano siempre  necesitó de la naturaleza para sobrevivir y por ello  explotó los recursos naturales, la mayoría de las veces en una forma irracional, dando origen a la aparición de una serie de graves problemas que preocupan cada día más a la población. Estas amenazas para el entorno no siempre se solucionan con grandes medidas tomadas a nivel de Estado sino con pequeñas aportaciones individuales,  trabajando localmente, pensando globalmente. 

El concepto de educación ambiental  se transformó y perfeccionó con los aportes de científicos y expertos, comprometidos en la conservación de la naturaleza y también enriqueciéndose con las experiencias acumuladas por numerosas organizaciones mundiales.

La labor de miles de ambientalistas disgregados  por la tierra, se adecuó a las exigencias y nuevos retos de un mundo cambiante, buscando cómo servirlo mejor.

Esta educación desarrolló una población mundial   consciente  y preocupada por el ambiente y los problemas asociados a fin de prevenir futuros catástrofes.

La educación ambiental integra múltiples aspectos: científicos, sociales, económicos,  éticos y culturales,  buscando fomentar el desarrollo de normas y de valores   en la comunidad para hacer frente a esta crisis ambiental que pone en peligro el futuro de la humanidad.

La educación sobre el entorno es un proceso integral, sistemático y permanente de información y capacitación formal e informal, basado en el respeto a todos los modos de vida. Las personas toman conciencia y se responsabilizan mediante los conocimientos, motivaciones y actitudes que le facilitan comprender las complejas interrelaciones de los diferentes aspectos ecológicos, económicos, sociales,  que intervienen en el  ambiente. Participar y movilizarse en función de prevenir y resolver problemas orientados hacia la convivencia en equilibrio con la naturaleza, para beneficio de las generaciones actuales y futuras.

En Argentina, como en el mundo hay grandes retos derivados del deseo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes, a través de un desarrollo económico equilibrado, que permita el mejoramiento del medio ambiente en respeto a los derechos humanos y sociales de su población. En esta tarea, las acciones educativas constituyen un importante auxiliar a través de sus programas escolares (formales) y extra-escolares (no formales e informales) tendientes a formar a los individuos.

La Educación para el Desarrollo Sostenible invita a  innovar, a proyectar una mirada esclarecedora sobre ciertos aspectos de la organización escolar,  su programación y  metodologías didácticas. Para propiciar procesos de enseñanza-aprendizaje ambientalmente significativos y favorecer la aplicación de los conocimientos; con el fin de potenciar la formación de valores y de responsabilidad en el manejo de los recursos y  el respeto a la diversidad.

Muchos de estos conceptos son vertidos  en el libro “Educación para el desarrollo sustentable” que se puede conseguir aquí. Puede ser muy útil para maestras, maestros, docentes y gente interesada en el DESARROLLO SUSTENTABLE.

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