La problemática de los montes, bosques y selvas en Argentina

Por Cristián Frers* Los bosques nos proporcionan elevados beneficios, tanto ambientales como también económicos y sociales. Sin embargo, es sabido que, desde hace varios años, se está haciendo un uso desmedido de los recursos arbóreos, provocando consecuencias muy graves para el ambiente.

La deforestación y la desertificación han arrasado vastas aéreas en las últimas décadas, y siguen aumentando de manera preocupante.

Argentina se cuenta entre los diez países que más destruyen a sus árboles, desde hace casi 13 años cuenta con la Ley 26.331 de bosque nativos, una herramienta imprescindible para planificar el uso de estos ecosistemas permitiendo equilibrar producción y conservación de la naturaleza. Sin embargo, hasta ahora, su implementación ha sido parcial.

Los bosques nativos de Argentina vienen sufriendo grandes modificaciones por el avance de la deforestación y conversión de estos ambientes para actividades agropecuarias, forestales, urbanísticas y viales. Esto ocasiona graves problema, muchas veces, irreversibles.

En 13 años se han perdido casi 2.800.000 hectáreas de bosques. Las multas no son suficientes para desalentar la deforestaciónen zonas protegidas y que, salvo unas pocas excepciones, no se reforestan los bosques desmontados ilegalmente muchas veces se llevan a cabo bajo la complicidad clara de los funcionarios en la violación de la normativa.

Pareciera que la deforestación no es sinónimo de alarma; sin embargo, con el paso del tiempo ha venido aumentando y con esto se presentan graves consecuencias, como: 

  1. La pérdida de biodiversidad: Esta sin duda alguna es probablemente la consecuencia más grave de la deforestación. Pues su significado es la destrucción y la extinción de muchas especies de plantas y animales.     
  2. El cambio climático: La deforestación también puede ser causante de los cambios climáticos. Los árboles bloquean los rayos del sol durante el día y mantiene el calor durante la noche. Esta alteración da lugar a cambios de temperaturas más extremas que pueden ser perjudiciales para las plantas y los animales. Los árboles también juegan un papel fundamental en la absorción de los gases de efecto invernadero que aumentan el calentamiento global. Menos bosques significa mayores cantidades de gases de efecto invernadero que entran en la atmósfera y como consecuencia de esto se produce un aumento en la temperatura de la tierra.      
  3. Inundaciones: Los árboles son muy eficaces para la absorción de grandes cantidades de agua, manteniendo la cantidad de agua en las cuencas hidrográficas a un nivel considerable. Una vez que el bosque desaparece, el agua puede dar lugar a inundaciones, muchas de los cuales han causado desastres en algunas partes del mundo, incluso en Argentina.

El uso de los recursos debe tener un carácter ordenado y sustentable, involucrando a que participen a las comunidades locales. Proteger muestras representativas de árboles de cada ecosistema, utilizar responsablemente los recursos naturales y restaurar los bosques y selvas, destruidos y degradados, es lo que se debe lograr corregir los usos de la tierra que están afectando las últimas grandes reservas naturales.

La protección del bosque nativo no es una mera demanda ecologista, postmoderna o de atrasados que no ven el progreso. Pretende en cambio ayudar a mantener los incontables servicios ambientales involucrados y resguardar los recursos, para el aprovechamiento integral de las generaciones actuales y futuras.

Los bosques juegan un papel vital en el ciclo global del carbón como uno de los sumideros de carbón más importantes. Debido a su rol en el balance del clima, la reforestación debe priorizarse para reducir los efectos de la crisis por el cambio climático.

*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).

COMENTARIOS

Comentarios