270 años de los orígenes: discurso del historiador Federico Belzunces

 En el marco del acto realizado en la tarde del sábado por los 270 año de los orígenes de Mercedes, tomó la palabra el profesor e historiador Federico Belzunces. En su discurso un recorrido y reflexión histórica sobre la ciudad y sus orígenes.

«El origen de Mercedes se remonta al año 1745 cuando, fundada la “Guardia de la Frontera de Lujan”, un grupo de milicianos arribaron al lugar con la intención de proteger el Cabildo del mismo nombre, aunque frente a las hostilidades de la frontera, lo abandonaron rápidamente. En ese entonces, nuestro territorio estaba gobernado por el Rey de España, cuyo control efectivo llegaba hasta el río Salado; más allá de este límite, los indios ranqueles y pampas, resistían el avance criollo a fuerza de lanzas y malones. De este modo, en la extensa geografía, los fuertes fueron una forma de proteger y avanzar sobre el territorio indígena, además de colonizarlo estableciendo a los soldados de Blandengues con sus familias y tierras asignadas para la agricultura.  

Con esta impronta, es que en 1752 se instaló el cuerpo de Blandengues, la “Valeroza”, en la zona que dio origen al crecimiento de nuestra ciudad. La defensa estuvo garantizada por un fuerte, que luego se transformó en el símbolo de su escudo, representando la vida en esa extensa llanura y los infortunios de la guerra.  

Luego de una relativa calma, durante el período independiente, la necesidad de ocupar tierras para el ganado impulsó los avances criollos sobre la frontera indígena y, en consecuencia, la guerra con las parcialidades autónomas. Es así que, en 1823, una ola de ataques protagonizados por los indios pampas, culminó con el saqueo y los incendios de las estancias de la Guardia de Luján, hasta repelerlo, luego de un violento enfrentamiento. Este será el último malón sobre nuestro pueblo, que abandonará su carácter fronterizo a medida que las conquistas criollas trasladen los límites habitables de la provincia a los fuertes de Bragado y 25 de Mayo.  

La conquista de tierras y el fin de los malones intensificó el avance agrícola y comercial y con ello el crecimiento de la población. Para aquel entonces, Mercedes era un pueblo con cinco mil habitantes a mediados de la década de 1840, época de los gobiernos de Rosas. Población que se duplicaría hacia 1881 con más de trece mil habitantes, para alcanzar la significativa cifra de veintiocho mil habitantes en 1914, quedando Mercedes entre las veinte ciudades más grandes del país en crecimiento demográfico.  

En sus orígenes el crecimiento de la población estuvo protagonizado por los soldados de Blandengues y colonos españoles que practicaron el comercio y la agricultura. Durante la primera mitad del siglo XIX, una lenta pero constante migración de las provincias del norte sobre la Pampa húmeda aportó migrantes internos al desarrollo de los pueblos bonaerenses. En la Guardia de Luján, se destacaron los pobladores mestizos oriundos de la provincia de Santiago del Estero, que tenían conocimientos agrícolas. Ya, durante la segunda mitad del siglo XIX, y hasta la mitad del siglo XX, una masiva inmigración europea completó el cuadro migratorio. Se destacaron los italianos por mayoría significativa, luego los españoles y franceses, aunque nuestro pueblo recibió un número significativo de irlandeses y vascos, dedicados a la esquila de las ovejas en estancias que, en su mayoría, pertenecían a propietarios ingleses.    

El crecimiento de la población y el alejamiento de los conflictos fronterizos impulsó la separación de Chivilcoy en 1845, que prosperó muy rápidamente a caballo del comercio y la temprana producción de trigo. En 1854, la Guardia de Luján pasó a denominarse Villa de Mercedes. La instalación de los tribunales del Departamento Centro, en 1856, y la llegada del Ferrocarril Oeste, en la década de 1860, acompañaron el crecimiento demográfico con una prospera urbanización. Es así que luego de separación de Suipacha, en 1865, la Villa pasó a denominarse Ciudad de Mercedes.  

La temprana urbanización, y el tendido de las vías férreas, alentó la instalación de nuevas instituciones estatales que acrecentaron la ocupaciones burocráticas y profesionales. De este modo, además de los tribunales de justicia y la construcción del edificio municipal, en 1877 se inauguró la cárcel de Mercedes. Luego tuvieron lugar las instituciones educativas como la Escuela Normal, la Biblioteca Sarmiento y el Colegio Nacional. Le siguió el Regimiento n° 6, el Instituto Martín Rodríguez, que primero fue un pionero Hotel de Inmigrantes en la campaña bonaerense, y el Instituto Unzué. De este modo, aunque la ciudad de Mercedes no dejó de lado el comercio y las actividades agrícolas, la presencia significativa del Estado volcó su perfil hacia una ciudad más administrativa.  

En definitiva, desde sus orígenes, hasta su consolidación como ciudad, Mercedes puede ser definida como una sociedad abierta, receptiva de inmigrantes de todas las latitudes. Con una economía diversificada, que permitió atenuar las desigualdades y abrir oportunidades a los recién llegados. De este modo, sin necesidad de atarnos a los idealismos engañosos del pasado, en tiempos donde suenan discursos de intolerancia y violencia, nuestra historia parece tener buenos cimientos donde poder apoyar nuestros pies, para seguir proyectando colectivamente nuestras ilusiones.  

A 270 años de su origen, continuemos con esta impronta, pensando y trabajando, en una ciudad que nos incluya a todos.  

Muchas Gracias»  

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