Como utilizar la economía circular en la casa o hogar de cada uno

Por Cristián Frers* – Con el modelo económico que tenemos hoy día tendemos a consumir vertiginosamente los recursos naturales que nos ofrece el planeta. Con la aplicación de la economía circular, lo que se propone es reducir el consumo y el derroche de materias primas. No es una concepción de economía abstracta, sino que es completamente aplicable a nuestra vida diaria. Tomando conciencia y poniendo un poco de nuestra parte se pueden lograr cambios muy significativos, como por ejemplo un gran ahorro de energía, desperdicios y dinero.  

¿Cuál sería la clave para lograr una economía circular en nuestras vidas? La clave radicaría en conseguir cerrar los ciclos como sucede en la naturaleza, es decir, utilizar los recusos generados, de tal forma que se alargue su vida útil. Hay tres formas prácticas para lograrlo: reduciendo, reutilizando, y reciclando. 

La economía circular no solo requiere cambios importantes en los patrones de producción, sino que cada persona, debe aprender a comprar, consumir y emplear los productos adquiridos de forma responsable. 

Esto implica optar por alimentos ecológicos, comprar lo justo y cuando sea necesario, elegir productos que respeten el ambiente y se fabriquen en condiciones laborales justas y mantenerse informado. 

El consumo colaborativo es otra de las facetas de la economía circular: compartir el coche para ir a trabajar, para llevar a varios niños del barrio al colegio o por motivos de ocio, comprar un taladro para el uso de varios vecinos, entre otras acciones. La base de esta actitud está en que la necesidad de uso, debe predominar sobre la de la propiedad. 

Generar un ahorro en el consumo general del hogar, es una forma más de integrar la economía circular a la vida diaria. Eso implica, por ejemplo, recoger el agua de la lluvia y emplearla para riego o tener un compostador común, que provea de abono orgánico a varios vecinos. 

La forma en que nos transportamos, también tienen una solución de economía circular. Acostumbramos en la vida diaria a agarrar la bicicleta, caminar para trayectos cortos, hacer uso del transporte público, o compartir vehículos. Los automóviles son uno de los recursos más infrautilizados en la vida moderna, ya que un automóvil promedio transporta a una o dos personas en las calles o rutas de todo el planeta, y pasa alrededor de 23 horas al día ocupando un espacio en las calles. Los asientos vacíos en los automóviles son el exceso de capacidad más grande que existe en la industria del transporte, por lo que esta ineficiencia conlleva un grave impacto sobre el ambiente. 

No desaproveches la oportunidad de renovar tu hogar, con poco presupuesto y con mucha imaginación, evitando aquellos materiales que no sean biodegradables o sea complicado reciclar. Con tus manos puedes hacer verdaderas maravillas… aunque todavía no te hayas dado cuenta de ello.  

La economía circular, desde un punto de vista de vida cotidiana, pretende proponer soluciones claras y realistas aplicables al día a día de las personas, para conducirnos hacia un mundo más sostenible y tener una sociedad cada vez más comprometida con el desarrollo sustentable. 

La estrategia más recurrente de circularidad que debe implementarse en los hogares en Argentina hoy es la recuperación de recursos, recuperar materiales y energía de productos desechados. Seguida por la extensión del ciclo de vida del producto que tiene que ver con la reparación, re fabricación y mejoramiento  y suministros circulares como utilizar energía renovable e insumos reciclables o de base biológica para sustituir insumos tóxicos.  

En conclusión, la economía es fundamental en la vida de todos los seres humanos ya que se encuentra presente día con día, ayuda a las personas a satisfacer sus necesidades y administrar de forma correcta los bienes que estos poseen, es necesario para el desarrollo de los países y es fundamental para que todos tengamos buenas condiciones de vida. 

Para entender porque solo una quinta parte del mundo se considera desarrollado, se debe tener en cuenta que el mundo, desde el punto de vista de un país desarrollado, es un mundo de pobreza y escasez. Suena irónico que en el siglo XXI. Es tan desigual el concepto de riqueza y darnos cuenta que hoy, la economía de nuestro país se ha estancado. 

*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista). 

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