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ATILRA denuncia «desastre financiero» en la Suipachense y pide intervención judicial

En una jornada marcada por la incertidumbre, el Secretario General de ATILRA, Cristian Fenoglio, se manifestó frente a la Justicia de Mercedes para exigir una resolución urgente en el conflicto de la láctea Suipachense. El dirigente sindical denunció que la gerencia actual, a cargo del Grupo Maralá, llevó a la empresa a una situación de «invialibilidad», con salarios adeudados, despidos y una caída productiva que impacta a toda la comunidad de Suipacha.

Deuda Salarial y Plan de Despidos

Fenoglio confirmó que los 143 trabajadores de Suipachense no perciben sus sueldos desde julio y que el sindicato considera tanto a los obreros como a la propia ATILRA como acreedores en el proceso legal que tramita el Juzgado C7 (civil y comercial).

«Los acreedores le quedó claro que la propuesta de la fábrica es inviable», sentenció Fenoglio, criticando la dilación del Grupo Maralá que solicitó 20 días para presentar su plan.

La situación laboral es dramática:

  • Se registraron nueve telegramas de despido.
  • La empresa informó en el Ministerio de Trabajo su intención de desafectar a 70 trabajadores más, lo que representa el 50% del personal.

Colapso Productivo y Responsabilidad Gerencial

El Secretario General de ATILRA responsabilizó directamente al Grupo Maralá por la crisis, señalando que su gestión llevó a un colapso productivo. La fábrica pasó de procesar 4 millones de litros por mes a producir apenas entre 15.000 y 30.000 litros por día.

«Nos viene a decir que los culpables son los 70 trabajadores que tiene de más», manifestó Fenoglio, acusando a la gerencia de ser la responsable del «desastre financiero y económicamente» que condujo a la empresa al concurso.

Impacto en la Comunidad y Propuesta Sindical

El conflicto trasciende las puertas de la planta: «Se está desangrando la comunidad de Suipacha», advirtió el dirigente. Fenoglio explicó que el cese de pagos paralizó la economía local, ya que esos salarios eran inyectados directamente en el pueblo.

La propuesta de ATILRA es clara y contundente: una reactivación inmediata con todos los trabajadores adentro. El sindicato aseguró haberse reunido con gente «capacitada» y del sector interesada en invertir y sacar la fábrica adelante, pero señaló que es «inviable» negociar con el Grupo Maralá, a quien tildó de «impresentable».

ATILRA exigió al juez que «resuelva» y no otorgue los 20 días de plazo solicitados por la empresa. Mientras tanto, los trabajadores mantienen un acampe custodiando la planta, la cual sufrió cortes de gas y luz.

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