El Socialismo invita a debatir sobre «Mundiales y Política», con un cine debate.

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El martes 10 de junio a las 19 hs., a dos días del comienzo del mundial que se desarrollará en nuestra hermana Brasil, queremos invitar a todos los vecinos de Mercedes a participar de un Cine Debate, donde se proyectará la película «Mundial 78, la Historia paralela», con el objetivo de recordar como la dictadura genocida de Videla organizó, junto con la FIFA, un mundial con el fin de tapar los crímenes que estaba llevando adelante y venderle al mundo que los Argentinos eramos «Derechos y Humanos», mientras miles de jóvenes eran asesinados o desaparecidos. El debate no solo es en función de hacer memoria, sino tambien la idea es debatir como a través de instituciones como la FIFA, el mundo entero de distrae a la hora de aplicar medidas que agudizan la desigualdad en los países donde se realizan los mundiales. Hoy podemos ver como la sociedad brasilera se está levantando para reclamar lo que es justo, que no puede ser que se gasten millones de dolares en la construcción de estadios y a que pocas cuadras de ellos, cientos de familias sufran la desigualdad de la sociedad capitalista.

La película narra lo ocurrido durante el mundial de Argentina 78.

**El 1º de junio de 1978 comenzó en Argentina la XI Copa Mundial de Fútbol. Mientras la mayoría de la gente soñaba con ganar el Mundial, muchas familias se preguntaban desesperadas dónde se encontraban sus hijos-as. El país estaba listo para sentir lo que sería un torneo difícil de olvidar, tanto en lo deportivo como en lo político.

Entre una multitud que se ilusionaba con la victoria, un grupo de madres con pañales de tela en la cabeza comenzaba a reconocerse y a dar vueltas a la Pirámide de Mayo en busca de respuestas. Pocos-as se imaginaban la horrible realidad que ya destruía a miles de vidas argentinas.

Videla y los otros dictadores sabían bien que una de las cosas que más gusta a los-as argentinos-as es el fútbol. Pensaban que si lograban el objetivo hacer el Mundial acá y ganar la final, la dictadura lograría tener mayor apoyo del pueblo. De paso, la gente iba a estar distraída y no se iba a enterar de todas las violaciones a los derechos humanos que se estaban produciendo. Querían aprovechar para dar una buena imagen en los países extranjeros, porque allí estaban llegando muchas denuncias de lo que ocurría.

¿Qué mejor para tapar un secreto tan oscuro y sangriento, que darle al pueblo el sentimiento de sentirse ganador ante el mundo? ¿Cómo sospechar de los secretos militares, cuando Mario Kempes con sus goles se ganaba la cancha y daba esperanzas para salir campeones?

Se podría comparar con los tiempos en que Adolf Hitler, el gran dictador nazi, deleitaba a la Alemania del Holocausto con los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.

Esta realidad tenía dos caras paralelas.

La apasionada, la que miraba un mañana lleno de grandeza, la que creía que el país cada vez estaba mejor gracias al deporte.

Al mismo tiempo, la de las familias que estaban incompletas, las que intentaban vivir pensando cómo era posible que les mintieran en la cara, sin darles ninguna explicación.

En el ámbito futbolístico, el tema marchaba sobre ruedas. Se dice que el presupuesto para organizar el Mundial fue de 800 millones de dólares. El dinero fue destinado a la remodelación de tres estadios (River, Vélez y Rosario), la construcción de otros tres (Mar del Plata, Córdoba y Mendoza), las mejoras en los aeropuertos, los sistemas de comunicación, la infraestructura hotelera y la transformación del Canal 7 en ATC, con un costo de 60 millones de dólares. Con este cambio, se pudo transmitir la televisión a todo color para el mundo entero. Hasta ese momento, en nuestro país sólo se veía la tele en blanco y negro. También se erradicaron muchas villas de Buenos Aires de manera cruel, para que el turismo no viera la pobreza de la ciudad.

Cuando se sortearon las series, a Argentina le tocó una zona difícil: Francia, Italia y Hungría. Claro que la dictadura debía asegurarse de que los jugadores y su técnico no sintieran ningún tipo de presión. Por eso, quedaba terminantemente prohibido criticar a la selección nacional.

Luego de unos cuantos partidos, a nuestro país se le complicó la clasificación. Tuvo que ir a jugar contra Perú a Rosario, con la obligación de ganarle por muchos goles. Argentina pudo ganar por seis goles contra cero, razón por la cual este partido siempre fue muy sospechoso. Mucha gente piensa que el resultado estuvo “arreglado”. Es así que pudo llegar a la final, en la que le ganó a Holanda en tiempo suplementario.

Mientras la pelota rodaba, empañando los ojos ilusionados de tantos-as, las noches de gritos desesperados llenaban de lágrimas negras los ojos de tantos-as otros-as. Porque obtener la Copa del Mundo no significaba nada, si “el hijo o la hija de tal” todavía no aparecía y sumaba otro nombre, a la gran lista de desaparecidos-as…

Ahora sólo nos queda mirar para atrás, en memoria de esos-as tantos-as, y comprender que lo mejor que podemos hacer como el futuro de este hermoso país, es lograr esa justicia a la que sólo se llega con verdad. Seguir adelante con esperanza y decir desde el corazón: NUNCA MÁS.

**(de Cronicas Barriales)

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