El Jardín Maternal Arcoiris celebró 2 años

Este 3 de mayo, Cynthia Acosta, Josefina Loré y Cintia González junto a la comunidad educativa, amigos y familiares festejaron los 2 años del Jardín Maternal Arcoiris. Un proyecto que se gestó luego de que el jardín maternal en el que trabajaban presentó quiebra en tiempos de pandemia y cuarentena.

Las reuniones en la delegación del Ministerio de Trabajo después de haber perdido su trabajo, encendió la idea de armar una Cooperativa de Trabajo en el sector Educación. Las maestras con ayuda de amigos, familiares y las familias de sus pequeños «alumnos» fueron capacitándose en nuevas tareas. Los papeles para armar un proyecto autogestivo y los términos cooperativistas fueron moneda corriente entre finales dle 2020 e inicio del 2021.

Finalmente, el 3 de mayo del 2021, luego de una gran incertidumbre de no tener dónde funcionar y que otra puerta se abriese de la mano de un abuelo de un «alumnito» les ofreciese una casa para concretar el proyecto, el Jardín Maternal Arcoiris abrió sus puertas y allí, en calle 33, entre 12 y 14, este miércoles celebró los dos años con los cuarenta pequeños y sus familias.

«Hace 3 años, éramos seños con mucha incertidumbre, con la cabeza llena de dudas y preguntas, con el corazón un poco golpeado y el delantal guardado en un cajón, con la sensación de que una puerta se había cerrado. Y hace 2 años que gracias a nuestro esfuerzo, empuje, y vocación, no sólo se abrieron sólo más y nuevas puertas, sino que se abrió todo un universo nuevo para nosotras», contaron Cynthia, Cin y Josefina en el posteo de sus redes sociales.

«Y sí; es difícil! No les vamos a decir que no. No es fácil emprender, no es fácil hacerlo en este país, y no es fácil hacerlo en el área de la educación. Sobretodo porque no trabajamos con papeles que se podrán corregir, sino con seres puros, inocentes, y sensibles a quienes debemos formar desde el amor más sagrado, y el respeto que toda infancia merece», agregan.

«Hoy, queremos decirnos a nosotras mismas: gracias! A nuestras familias, a nuestros amigos; a los amigos de nuestros amigos; a cada familia que pasó por el jardín y lo recomienda; a cada ex alumno que con algo de melancolía y emoción vemos crecer… Los cimientos de este sueño se hicieron de a poquito y con mucho esfuerzo. Cada ladrillo colocado, fue con manos dispuestas a ayudar. Cada pequeña meta lograda, fruto de la dedicación, del esmero, del compromiso, de la pasión», resaltan.

«En nuestro trabajo, dejamos de lado cada inquietud, cada tristeza, cada cansancio del día a día. Y en este jardín, *nuestro* jardín, nos sentimos en casa, en paz, entre amigas… Día a día seguiremos poniendo lo mejor para seguir creciendo, porque de eso se trata, seguimos y seguiremos aprendiendo, por nuestro sueño, por nuestra vocación, por nuestro amor a la docencia, por nosotras mismas, y por ellos: nuestros peques. Quienes hacen día a día de nuestra casa, un jardín. Quienes dibujan sonrisas en nuestros rostros, y siembran amor en nuestro corazón. Por quienes nos levantamos ante los golpes duros de la vida. Por quienes intentamos ponerle alegría, color, y disfrute a SU espacio», concluyen en el agradecimiento público para toda la comunidad mercedina.

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