La transición hacia las energías renovables viene atrasada en Argentina

Por Cristián Frers* – El mundo se encamina hacia la transición energética. La expansión de las fuentes de energía renovables es clave para combatir el calentamiento global y la contaminación ambiental sin afectar el abastecimiento. La disminución de gases de efecto invernadero es una prioridad y requiere la predisposición de los países para transformar su matriz productiva.

la electrificación se posiciona como una herramienta clave para llevar a cabo la transición y establecer un modelo de desarrollo sostenible. Este proceso se refiere a la sustitución de las fuentes de energía fósiles (carbón, petróleo, gas), por electricidad a partir de fuentes renovables. Estas últimas, se obtienen a partir de diferentes fuentes naturales y brindan beneficios tanto ambientales como económicos y sociales.

Se denomina energías renovables a aquellas fuentes energéticas basadas en la utilización del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal -entre otras-. Se caracterizan por no utilizar combustibles fósiles –como sucede con las energías convencionales-, sino recursos capaces de renovarse ilimitadamente.

Su impacto ambiental es de menor magnitud dado que además de no emplear recursos finitos, producen una cantidad mínima o inexistente de contaminantes.

Además de los beneficios previamente mencionados, las energías renovables ofrecen numerosas ventajas adicionales tales como, una creciente competitividad, una reducción de la dependencia energética, un fomento de la industria nacional, generación de empleo e impulso al turismo.

En Argentina, existen regiones con un potencial energético considerable que debe aprovecharse para así evolucionar hacia una matriz energética limpia e innovadora. No existen dudas que el desarrollo de un país está estrechamente ligado a la matriz energética con la que pueda contar para desarrollar sus actividades productivas de la vida moderna.

Actualmente, en el país las energías renovables representan el 13,9% de la matriz energética. De acuerdo con la Ley de Energías Renovables, promulgada en 2015, el objetivo es que alcancen el 20% para el 2025, ya estamos en el 2023 y queda menos de dos años y medio para fines del 2025… La verdad, estamos bastante atrasados con respecto a este tipo de energía. Según el Plan Energético presentado por el Gobierno, la cifra de la meta se elevaría al 30% para el 2030. 

El avance hacia la conversión verde debe darse sin pausa, pero de manera gradual y viable. El foco debe estar puesto en la complementariedad de fuentes tradicionales y renovables para lograr combinaciones sustentables como las existentes entre energías gasíferas, hidráulicas, nucleares, térmicas, solares y eólicas, con la descarbonización como eje central. En el marco de esta transición, donde conviven fuentes tradicionales y renovables, la generación termoeléctrica de ciclo combinado resulta de suma importancia para acompañar este proceso. Producir energía de esta manera genera un 50% menos de dióxido de carbono que las plantas en base a carbón.

En un futuro cercano, Argentina debe superar los desafíos para mantener el crecimiento constante en la producción de energía renovable. La necesidad de reducir emisiones de gases de invernadero y la tendencia global a descarbonizar las economías impulsan en el mundo el desarrollo de las energías renovables. Si no se consideran los subsidios que aún mantienen las fósiles (petróleo, carbón, gas), este tipo de energías ya son más costoeficientes que las convencionales. Además, permiten generar empleos, conocimientos y capacidades locales. El cambio de una matriz energética no se hace de un día para el otro, pero la transición ya está en marcha, y todo indica que deberá acelerarse.

Las energías renovables en el país han experimentado un crecimiento notable en los últimos años y presentan un gran potencial para transformar el sector energético. No obstante, es necesario seguir impulsando su desarrollo y superar los desafíos pendientes para alcanzar una transición energética aún más sostenible.

*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).

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