Abuelas de Plaza de Mayo, la incansable organización de derechos humanos que busca a los hijos y nietos apropiados durante la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983), ha anunciado la restitución de la identidad del nieto número 140. Esta emocionante noticia representa un nuevo triunfo en la lucha por la verdad y la justicia, y trae alivio y esperanza a una familia que ha esperado por décadas.
La identidad del nieto 140 fue confirmada a través de los análisis genéticos realizados por el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), un pilar fundamental en la labor de Abuelas. Si bien por el momento no se han revelado públicamente los detalles de su historia, cada restitución es un testimonio del terror de la dictadura y, a la vez, de la resiliencia y la perseverancia de las Abuelas.
Las Abuelas de Plaza de Mayo comenzaron su búsqueda en plena dictadura, en un contexto de persecución y silencio. Con pañuelos blancos cubriendo sus cabezas, se atrevieron a desafiar al poder y a reclamar por sus seres queridos. Desde entonces, han dedicado sus vidas a encontrar a esos niños y niñas que fueron separados de sus padres, muchos de ellos detenidos-desaparecidos.
La recuperación de cada nieto es un rayo de luz que ilumina la oscuridad de la historia argentina. No solo representa el reencuentro de una persona con su verdadera identidad y su familia biológica, sino que también es un paso más en la construcción de la memoria colectiva y en la condena de los crímenes de lesa humanidad.
La labor de Abuelas de Plaza de Mayo es reconocida a nivel mundial como un ejemplo de lucha pacífica y persistente por los derechos humanos. Con cada nieto restituido, se reafirma el compromiso de la sociedad argentina con la verdad y la justicia, y se renueva la esperanza de que los aproximadamente 300 nietos que aún faltan por encontrar puedan, algún día, abrazar a sus familias y conocer su verdadera historia.
