Para Pisano el Municipio apela a la memoria corta, subestimando a los vecinos y malgastando los recursos

Desde hace unas semanas podemos observar como el conjunto del aparato del Estado Municipal comenzó a mover todas sus herramientas en diferentes zonas de la ciudad, para dar cumplimiento con reclamos por parte de los vecinos, muchos de los cuales llevan años esperando solución.

Maquinas trabajando y arreglando caminos, realización de zanjeos, trabajadores barriendo las calles, y sobre todo mucha publicidad de cada una de estas actividades nos hacen pensar que desde el municipio apelan a la memoria corta del vecino, subestimándolo e intentado hacernos creer que la gestión se encuentra mas activa que nunca, suponiendo que los vecinos compraran los espejitos de colores de las soluciones momentáneas que se realizan.

El recambio de nombres en las distintas áreas, con la intención de vendérnoslo  como positivos, no demuestran una innovación en la manera de gestionar, mas bien continua la lógica iniciada hace doce años, la cual carga las culpas directamente sobre funcionarios que no han logrado, podido y hasta querido desempeñarse con la responsabilidad que los cargos políticos requieren, como si la elección de los mismos no fuera realizada por el intendente.

Poner parches a problemas frecuentes no hace otra cosa que malgastar los recursos municipales, porque al trabajar en soluciones inmediatas y atadas con alambre hace que a los pocos meses los problemas vuelvan a surgir. La falta de proyección y la permanente especulación electoral nos quita la posibilidad poner fin a estos problemas, porque no solamente se desperdician recursos económicos, sino también humanos, recursos que, como el mismo municipio manifiesta, creció 18 veces desde el comienzo de la gestión, demostrando con esto que, a pesar de tener un enorme presupuesto, los problemas de crecimiento, ordenamiento y mantenimiento de la ciudad han crecido de la misma manera que ha crecido el presupuesto.

La recorrida por diferentes barrios de la ciudad que realizamos, nos da cuenta de que el conjunto de vecinos tiene bien en claro lo que esta sucediendo, y a pesar de encontrar solución al reclamo que hubieran realizado en algún momento, son conscientes de que es un acto electoralista, no solo por la etapa en la que nos encontramos, sino mas bien por la ausencia de respuestas de la gestión del Frente Renovador en períodos no electorales.

Es tiempo de gestionar con y para el pueblo, comenzar a escuchar, a planificar colectivamente que tipo de ciudad queremos, que no solo se oriente a una pequeña actividad de contraprestación de servicios, sino mas bien que plantee un proyecto político con un programa de acción para el corto, mediano y largo plazo que venga a mejorar la calidad de vida y a solucionar los problemas de los mercedinos, con inclusión y crecimiento sostenido para las futuras generaciones. En eso nos encontramos trabajando.

 

 

 

 

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