Buscando minimizar los efectos del cambio climático

Por Cristián Frers – Las consecuencias del calentamiento global son cada vez peores. El cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes, produciendo un impacto negativo en su economía, la vida de las personas y las comunidades. Los patrones climáticos están cambiando, los niveles del mar están aumentando, los eventos climáticos son cada vez más extremos y las emisiones del gas de efecto invernadero están en los niveles más altos. Si no actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos dos grados centígrados este siglo, además de influir sobre: la pobreza, el desarrollo  económico, el crecimiento poblacional, el desarrollo sustentable y la gestión de los recursos.  Las personas más vulnerables serán las más perjudicadas.

La mayoría de los países más pobres de la Tierra son considerablemente más pobres de lo que hubieran sido sin el calentamiento global Al mismo tiempo, la mayoría de los países ricos son más ricos de lo que hubieran sido.

Pero el cambio climático es un reto global que no respeta las fronteras nacionales. Es un problema que requiere que la comunidad internacional trabaje de forma coordinada y precisa para que los países en desarrollo avancen hacia una economía baja en carbono.

Las marcas térmicas que se registran en Argentina son más elevadas que las normales desde hace casi dos décadas y, la ciudad de Perito Moreno, en la Patagonia, es la que más incremento su temperatura media, según estudios del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Durante los últimos meses se han registrado marcas históricas de precipitaciones en la zona norte y litoral del país, afectando principalmente a las provincias del Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos. Estas marcas históricas redundan en inundaciones de vastas regiones con la perdida consecuente de cultivos y ganado.

En la actualidad, tenemos a nuestro alcance soluciones viables para que los países puedan tener una actividad económica más sostenible y más respetuosa con el ambiente. El cambio de actitudes se acelera a medida que más personas están recurriendo a la energía renovable y a otras soluciones para reducir las emisiones y aumentar los esfuerzos de adaptación.

En las energías renovables se encuentra buena parte de la solución a este problema. Y es que, mediante su uso, se evitarían las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera por completo y se frenarían los efectos de la obtención de elementos como petróleo o gas.

Las energías renovables han llegado a la Argentina con un gran atraso respecto del desarrollo de la industria en otras partes del mundo. El 2019 no es un buen año para las energías renovables en el país. Pese a que hay pendientes de entrada en operación comercial cerca de sesenta proyectos, la continuidad del proceso se ve afectada por condiciones macro de Argentina.

Pese a que la ley 27.191 estipula un incremento de la participación de las energías renovables progresiva hasta 2025 —alcanzando el 20% de la matriz eléctrica—, los objetivos en el largo plazo no parecerían cumplirse.

El gobierno apuesta a no seguir perdiendo superficie de bosques e implantar nuevos, algo que hoy se evidencia como difícil.

El área de Transporte debe apuntalar al transporte público para desalentar el uso de autos y mejorar rutas y trenes, para así hacer más eficiente el transporte de cargas.

Nuestra generación vive un momento decisivo en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y el deterioro ambiental.

¿Cuánto tiempo más puede soportar el planeta el embate de los gases efecto invernadero y de los clorofluorcarbonados? Es necesario un cambio de conciencia colectiva y del manejo responsable del consumo o las consecuencias del cambio climático se agudizaran aún más. Es responsabilidad de todos bregar por un planeta más sustentable.

Aún no es demasiado tarde para que el mundo reduzca las emisiones y evite el calentamiento de más de 2 grados en comparación con los niveles preindustriales. Pero cuanto más demoremos en reducir las emisiones, más importantes deberán ser esas reducciones para evitar los peores resultados

Por eso es necesario un plan de trabajo que abarque todos los niveles políticos, económicos y sociales. Desde los gobiernos locales hasta la discusión internacional en los organismos regionales y globales.

Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).

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