La UNLu viene llevando a cabo una serie de obras que se financian por dos caminos: lo recibido por el paso de la autopista y por la reparación histórica obtenida en la gestión del ex rector Arizio.
Cientos de mercedinos asisten a la Casa de Altos Estudios durante cada ciclo lectivo tanto en la Delegación Mercedes para el primer año de Licenciado en Administración como en la Sede Central donde se cursan casi veinte carreras, especializaciones y doctorados.
Muchos jóvenes locales son, a su vez, parte de los Centros de Estudiantes y movimientos estudiantiles que reclaman por más y mejor educación.
Este año al retomar las clases los educandos se encontraron en Sede Luján que el denominado pabellón de las aulas 100 estaba siendo reconstruido. La idea era conocida ya que además fue aprobada por los órganos de gobierno de la universidad, pero, no se pensó que sería en pleno ejercicio académico ni en la forma en que se viene dando. Los estudiantes se encontraron con que las aulas no alcanzan y las condiciones de estudios caen notablemente. Ello derivó en protestas y reclamos y hasta un encuentro con las autoridades en pos de una solución.
“Los días pasan y las soluciones no llegan”, sostienen los estudiantes a diversos medios de la vecina ciudad que siguen el asunto como un tema importante que los involucra como comunidad. El colega medio gráfico “El Civismo”, por ejemplo, de la ciudad de Luján es uno de los medios de comunicación que refleja frecuentemente la voz del estudiantado que parece no estar de acuerdo con las formas y las planificaciones dadas desde la actual conducción encabezada por el Dr. Carlos Cansanello.
Desde el oficialismo sostienen que es la mejor manera y que el problema de escasez de aulas no será tal ni tendrá la magnitud en la que es planteada siendo además una obra de vital importancia.
Las aulas que fueron derribadas están siendo reconstruidas a la vez que se trabaja en mejorar el laboratorio principal de la universidad y que es un sector fundamental para el desempeño de las carreras vinculadas a las ingenierías, especialmente. Máquinas, ruido, polvo y personas trabajando en horarios de clase, hacen difícil estudiar, sostienen los estudiantes a la par que celebran la construcción que mejorará sustancialmente el edificio principal de la UNLu, pero, no en la forma, el tiempo y la manera en que se planificó la obra, sostienen un joven mercedino que estudia en la UNLu.
