Reabrió sus puertas La Pulpería de Cacho Di Catarina

Por TeCleArte – La familia Di Catarina-Pozzi vuelve a ponerla en funcionamiento tras la gran inundación de 2015 que la tuvo 10 días con 1,50 metros de agua. Tanto el Municipio como la Legislatura Bonaerense la declararon Patrimonio Histórico y Cultural. Abrirá de jueves a domingo, de 10,30 a 19,30 horas.

En agosto de 2015, la inundación sufrida en Mercedes por las fuertes lluvias y la crecida del Río Luján, la tuvo bajo un metro y medio de agua durante diez días. La familia Di Catarina-Pozzi no sabía qué pasaría con La Pulpería de Cacho, la misma que comenzaron administrar, tras la muerte de Cacho Di Catarina el 26 de junio de 2009.

Este viernes, a poco menos de dos años de la mayor inundación sufrida y a ocho años del fallecimiento de quien fuera “el último pulpero”, Aida, la hermana de Cacho, junto a su marido Oscar Pozzi y a sus hijas, volvieron a abrir las puertas de La Pulpería. Ahí, en Avenida 29 y el río Luján. Ahí donde la historia mercedina se hace presente en cada rincón.

Aunque al público abrirá recién este sábado, un día antes se realizó un acto de apertura para amigos, autoridades y medios de comunicación. Oscar Pozzi habló en nombre de la familia y agradeció a todos los que colaboraron de una u otra forma en la restauración de La Pulpería de Cacho, una familia que hace cien años está al frente del histórico “bolichón”. El locutor aprovechó la oportunidad para agradecer la presencia de autoridades comunales, puesto que se descubrió la placa que resalta a La Pulpería de Cacho como patrimonio histórico y cultural de Mercedes.

“Parece realmente mentira que hoy estemos disfrutando de nuestra querida Pulpería. Les he mostrado las fotos de cómo quedó después de la última inundación. Cuando entramos aquí después de esa inundación de agosto de 2015, un metro y medio de agua, diez días para que se vaya el agua. Cuando bajó, esto parecía que había pasado un terremoto. No sé cómo, pero el impulso de la familia, las ganas de llevarla adelante, y porque siempre nos está mirando Cacho, que nos dejó un legado. Tratamos de cumplirlo”, destacó Pozzi, marido de Aida Di Catarina, que comenzó a agradecer uno por uno, muchos de ellos empresas locales, a quienes colaboraron con la restauración de La Pulpería.

A la hora de entregar la ordenanza que establece y nombra a La Pulpería de Cacho como Patrimonio Histórico, declarándola también de interés patrimonial por su “tradición y enriquecedora historia”, se hicieron presentes los Concejales Matías Dematei, Oscar Albini y José Cestari. A Aida Di Catarina le entregaron la copia de la ordenanza y un certificado con la decisión del Cuerpo de Concejales de la ciudad.

Asimismo, representando al Diputado Provincial Santiago Révora, el Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Mercedes, Juan Pablo López Baggio, y la Concejala Celeste Burone, entregaron la declaración provincial de la legislatura bonaerense como Patrimonio Histórico a La Pulpería de Cacho. López Baggio resaltó que la declaración provincial es “un orgullo para Mercedes y para la tradición local, un aporte invalorable para el esfuerzo familiar para nuestra cultura”.

En nombre de la familia Di Catarina, y especialmente de Cacho, Aida agradeció emocionada por los reconocimientos otorgados y la colaboración de quienes se hicieron presentes en estos casi dos años. “Son emociones muy lindas las que estoy pasando esta noche. Muchas gracias a todos. A quienes vinieron y a quienes no pudieron venir. Lo que han trabajado todos los chicos es una locura. Muchas gracias”, resaltó la cabeza de la familia que hoy está a cargo de La Pulpería de Cacho.

Para la inauguración la música no podía faltar. Los “músicos exclusivos” de La Pulpería de Cacho con José “Zoco” Larralde en la voz y guitarra, acompañado de Suárez y “Percha” Bustos.

La Pulpería de Cacho abre sus puertas al público desde este sábado 24 de junio, los días jueves, viernes, sábados y domingos, de 10:30 a 19:30 horas, con el fin de que mercedinos y turistas puedan disfrutar de la historia argentina y mercedina en un espacio que tiene más de cien años y que ahora es Patrimonio Histórico Cultural no sólo de la ciudad, sino de la provincia de Buenos Aires.

 

 

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