Mercedino estrena en el regreso del Club de Teatro de Luján

Este viernes en la ciudad vecina, Luján, un hecho cultural se destaca. Se realiza el 8° Encuentro de Teatro. Pero este viernes, además, regresa El Club de Teatro de dicha localidad con un nuevo elenco y una nueva puesta en escena sobre el teatro municipal. En ese elenco, hay mercedinos, por supuesto. Se trata de Alberto Brunetti, actor y fotógrafo aficionado de Mercedes. El elenco del El Club del Teatro estará estrenando el 12 de octubre la obra “El Pan de la Locura” de Carlos Gorostiza bajo la dirección de Claudio Cisilino.

El Club de Teatro de Luján existió hace más de 50 años en la vecina localidad. Fue creado por Gerardo Amado en la década del ’60 y se diluyó a finales de los ‘70. La edición 2018 del grupo teatral está a cargo de Claudio Cisilino. Para su ‘vuelta’ el grupo de actrices y actores presentarán el 12 de octubre “El pan de la locura” de Carlos Gorostiza, una obra que el grupo original hizo en el año ‘68. El nuevo Club del Teatro tiene entre sus integrantes a personas que forman parte de la Comedia Municipal de Luján, un alumno del Seminario de Teatro y otro del Taller de Radioteatro en el Teatro de Luján. Entre ellos Alberto Brunetti.

Ansioso por el pronto estreno, Alberto hace extensiva la invitación a todos los mercedinos que quieran acompañarlo al estreno del viernes. Y cuenta que actuará junto a Susana Ponce de León, Cadi Chiva, Alejandro Maiza, José María Charillo, Santiago Crosato, Gustavo Gallesio, Carlos Caniza, Gabriel Romero, María Cecilia Rosso, y Ana Constantino. A quienes fue conociendo en estos últimos tiempos entre ensayos y puestas en escena.

El estreno de “El pan de la locura” de Carlos Gorostiza, el 12 de octubre en el Teatro Municipal de Luján “Trinidad Guevara”. Mientras que el 4 y 18 de noviembre, la obra se presentará en “La Mariana”.

Sinopsis de “El Pan de la Locura”: La historia remite al mundo poético de una panadería: la mesa, la harina, los panes y por supuesto, sus personajes: los trabajadores, atrapados en un principio, por una rutina que les impide abrir los ojos hacia el mundo exterior y el desasosiego que provoca limitarse a un ambiente hermético y desolado. Esta obra habla, antes que nada, acerca de la irresponsabilidad y la indiferencia del hombre ante sus semejantes.
Es un llamado a no cerrar los ojos, a no evadirse, a no seguir construyendo la mentira nuestra de cada día, esa que nos conduce inevitablemente a la frustración.

 

Fuentr: Semanario Presente (Luján)

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