Por Susana Spano – El domingo 5 de agosto Pro Arte Mercedes – Centro de Egresados del Colegio Nacional Florentino Ameghino – presenta un concierto que estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca con la participación especial, como solista, del maestro Ignacio Ares.
El programa reúne a dos grandes músicos rusos del período romántico – Sergei Rachmaninoff y Modest Mussorgsky para concluir con un compositor y director de orquesta alemán, representante del romanticismo tardío, que influyó grandemente en el desarrollo de la música del siglo XX: Richard Strauss.
En el programa podrán escucharse las siguientes obras:
- Cuadros de una Exposición de Mussorgsky – versión orquestada por Maurice Ravel –
- Concierto Nº 2 de Rachmaninoff
- “Don Juan” de Strauss
Acerca de “Cuadros de una Exposición de Mussorgsky”
Mussorgsky nació en Karevo, Pskov el 21 de marzo de 1839 y murió en San Petesburgo el 28 de marzo de 1881.
Hijo de un rico terrateniente del sur de San Petersburgo, su vida fue una constante derrota, dejando la ciudad por el campo, la carrera militar por un trabajo administrativo inestable e insatisfactorio en la provincia rusa, hasta llegar al final de su vida en la soledad, la pobreza y el desequilibrio, en un hospital ruso.
Su madre Yulia Ivánovna, pianista profesional, fue la encargada de iniciar a su hijo en el estudio de su instrumento cuando tenía seis años.
En 1849, ingresó junto a su hermano Filaret en la Escuela Pedro y Pablo (San Petersburgo), famosa por su tradición en la instrucción de la élite militar. Paralelamente recibió clases particulares de piano de Anton Herke – más tarde titular de la cátedra de piano del Conservatorio de San Petesburgo –.
A los diecinueve años, abandonó la carrera militar, para dedicarse enteramente a la música.
Mussorgsky concebía el lenguaje musical como un instrumento para explorar y representar la verdad del ser humano y del mundo ruso, desde su pasado más oscuro hasta las melodías de los campesinos de su tierra. Sus formas predilectas fueron la ópera, el poema sinfónico y la canción, es decir, formas en donde la música podía acercarse a una dimensión iconográfica y narrativa más explícita. Sin embargo, las representaciones musicales de Mussorgsky fueron más allá de la dimensión didascálica para buscar una profundidad más expresiva y, según algunos musicólogos, incluso crítica (aunque no siempre clara y coherente en sus contenidos) hacia los contextos de su tiempo.
Sus dos obras más conocidas en el mundo occidental son la ópera Borís Godunoff -basada en episodios de la historia rusa – y su composición para piano Cuadros de una Exposición, que posteriormente el compositor francés Maurice Ravel adaptó para orquesta, lo que hizo que tuviera mayor difusión fuera de su país.
La obra fue escrita en 1874 y está inspirada en una exposición conmemorativa de obras del pintor Viktor Hartmann, que había sido muy amigo suyo. El compositor decidió rendir homenaje a su amigo, describiendo diez de sus mejores cuadros con música. Las diez piezas están unidas por un intermedio – Promenade – repetido cuatro veces en distinta forma.
El Gnomo: retrata en sus intervalos una sensación de torpeza y gravedad,
El viejo castillo: un trovador canta bellamente frente al castillo.
En las Tullerías: un enjambre de niños con sus niñeras juegan bajo un túnel de árboles en los jardines de las Tullerías de París.
Carreta polaca (Bydlo): carreta tirada por bueyes con su carretero que canta una melancólica canción.
Baile de los polluelos en el cascarón: esbozo de Hartman para una escena del ballet Trilby, en la cual los alumnos de la escuela dramática se presentaban como pollos, dentro de un cascarón.
Samuel Goldenberg y Schmuyle: personajes que conoció Hartmann en una visita a un ghetto Polaco, Un judío pobre y otro rico, el último de dialéctica arrogante parece regañar al suplicante Schmuyle.
La plaza del mercado de Limoges: mujeres que charlan, critican y riñen en el mercado.
En las catacumbas: autorretrato de Hartman, con una lámpara en la mano.
La cabaña con patas de gallina (o la choza de Baba Yaga): el cuadro representa un reloj en forma de la choza de una bruja; la temible Baba Yaga que comía a los niños en los cuentos rusos.
La Gran Puerta de Kiev: (puerta de los Boyardos, o de los Héroes). Esbozo de Hartman de una puerta, en el antiguo estilo ornamental ruso, con una cúpula en forma de casco eslavo.
Varias de estas composiciones son obras maestras del carácter de un retrato en música, por ejemplo, el clamor de los niños en Las Tullerías, las mujeres en el mercado y los gestos de los judíos. Otras son de carácter netamente eslavo, como el canto de la carreta de Bydlo, la fantástica casa de la bruja y la majestuosa música de la Puerta de Kiev, que recuerda a la escena de la coronación de Boris Godunoff.
La suite no es específicamente pianística, y hay varias adaptaciones orquestales, siendo la mejor y más frecuentemente interpretada, la de Ravel.
Mussorgsky fue un innovador de la música rusa en el período romántico Se esforzó por lograr una identidad musical exclusivamente rusa, a menudo desafiando deliberadamente las convenciones establecidas de la música occidental. Muchas de sus obras se inspiraron en la historia y el folklore ruso y otros temas nacionales.
Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca
La primera función de la entonces denominada “Orquesta Estable de Bahía Blanca” fue un 22 de agosto de 1959, gracias a gestiones de los periodistas Miguel A. Cavallo, Alberto Fantini, José Escariz, Antonio Schulz, Alberto Guala, Omar Meloni, los diarios “La Nueva Provincia” y “El Atlántico” y muchas otras figuras e instituciones de la época. El primer director designado fue Simón Blech, pero ante su imposibilidad de hacerse cargo se nombró a Gianni Rinaldi.
Pronto el organismo comenzó a crecer, con concursos para designar instrumentistas que permitieran la ampliación del repertorio.
Su carácter provincial la ha llevado a brindar funciones en casi todas las localidades de la región (Punta Alta, Patagones, Tornquist, San Nicolás, Pringles, Cnel Suárez, y otras, pero también actuó en escenarios de Ushuaia o Fermo (Italia), haciéndose conocer con éxito entre muchos y diferentes públicos.
Ha sido honrada con la visita de directores y solistas de primer nivel internacional, como Pedro I. Calderón, Juan Carlos Zorzi, Jordi Mora, Mario Benzecry, Pia Sebastiani, Horacio Lavandera o Martha Noguera, entre muchos otros.
Ignacio Ares
Nació en Bahía Blanca e inició sus estudios con los Maestros Ofelia Rossini y Héctor Baldovino; continuó en el Conservatorio Provincial de dicha ciudad, bajo la guía de Lina Pérez y Fredy Rabazo, donde obtuvo su título de profesor de piano perfeccionándose, más tarde, con los profesores Juan Carlos Arabián y Alexander Panizza. Paralelamente, realizó estudios de análisis musical y armonía con Valdo Sciammarella.
Participó, también, en cursos dictados por grandes Maestros: Mark Zelster, Akiko Ebi, Bruno Gelber, Pía Sebastiani, Nelson Goerner, Ana Stampalia y Silvia Kersenbaum, entre otros.
A través de su sólida formación pianística y su reconocida trayectoria artística, que lo sitúa entre los artistas más destacados de su generación, fue galardonado con diversos premios: “Concursos “Beethoven”, “Il suono e il tempo” y “Ciudad de Necochea”. También fue distinguido con el Premio Estímulo 2010 de la Asociación de Críticos Musicales de Argentina.
Su versatilidad y extenso repertorio es reconocido por críticos y colegas y lo ha llevado a desarrollar una extensa actividad como solista y pianista de música de cámara. Se ha presentado junto a las principales orquestas del país, bajo la batuta de los maestros José María Ulla; Georg Mais; Bracha Waldman; Gustavo Plis Sterenberg y Guillermo Becerra y otros.
Como puede apreciarse, en el mes de septiembre Pro Arte Mercedes inicia su programación con una propuesta que reunirá obras musicales de excelencia e intérpretes consagrados.
Domingo 5, a las 21:00 por Tele Red
El programa puede seguirse por www.mercedestelevision.com.ar Los conciertos no serán subidos a Youtube y solo podrán verse a través de la programación de TeleRed
