Cómo impulsar el desarrollo sustentable 

Por Cristián Frers* – “Lo cierto es que alcanzar una adecuada calidad ambiental sin desarrollo económico resulta utópico y que alcanzar un desarrollo económico sin calidad ambiental resulta efímero…” 

Argentina atraviesa una grave problemática económica y social, la más profunda de los últimos cien años y a esto hay que sumarle una compleja problemática ambiental, frente a la cual la inmensa mayoría de las personas parecen resignarse a la pasividad, suponiendo que enfrentarla requiere de mayores sacrificios económicos y de traumáticos cambios de costumbres. Parecen esperar que la cuestión ambiental se resuelva mágicamente y no perciben que no sólo podemos y debemos reducir drásticamente nuestro impacto sobre los sistemas naturales, sino que también podríamos basar en ello un nuevo modelo de desarrollo. 

El país entiende al desarrollo sustentable como un concepto que necesariamente debe conjugar los aspectos del crecimiento económico, del desarrollo social y de la protección ambiental, de una forma equilibrada, global, interdependiente y solidaria.  La erradicación de la pobreza continúa siendo el tema impostergable y el eje fundamental que deberá guiar las discusiones y el diseño de la agenda posterior a 2023, siempre teniendo en consideración los diferentes niveles de desarrollo de cada municipio, provincia y país, sus prioridades y capacidades, y el respeto por la soberanía de los Estados sobre sus recursos, bajo un marco de responsabilidades comunes pero diferenciadas, cosa que ningún político o funcionario público entiende sea del oficialismo o de la oposición. . 

Se debe tener en claro que revertir la crisis ambiental implicará reconvertir: campos e industrias, comercios, casas, oficinas. En consecuencia, la restauración del ambiente resultará la empresa económica más grande de nuestro tiempo, una gran fuente de trabajo, ganancias y alivio de la pobreza, un gran motor de reactivación económica nacional. 

Es por ello que hoy, más que nunca, resulta indispensable promover la sustentabilidad del proceso de desarrollo de nuestro país. Nuestro sistema científico y tecnológico, el sector empresario y las políticas públicas, deberán concentrar recursos y esfuerzos en el desarrollo del incipiente mercado ambiental, tendientes a encarar la tarea de proteger y restaurar nuestros ecosistemas degradados; aprovechar en forma sustentable nuestros recursos naturales y promover sistemas de gestión ambiental en el sector industrial, que sean ejemplos de producción limpia. 

Para esto es necesario implementar un proceso de ordenamiento ambiental participativo del territorio que nos permita decidir qué vamos a hacer, por qué, dónde y cómo. Debemos discutir modelos vigentes de producción y consumo, calidad de vida, empleo e inclusión, economías regionales, costos ambientales y sociales, para, entre todos los sectores, encontrar caminos que se transiten con previsibilidad, reglas claras, límites precisos, controles estrictos y sanciones justas. 

Es imprescindible incorporar las políticas ambientales en la formulación de las políticas económicas y sociales centrales. El Gobierno, debe asegurar la sustentabilidad de las políticas públicas estimulando el desarrollo del conocimiento, permitiendo la transformación e incentivando la innovación. 

Sería interesante que las diferentes municipales de la Provincia de Buenos Aires, como la localidad de Carmen de Areco se implemente un Plan de Desarrollo Sustentable el cual se basa en un instrumento técnico y de gestión municipal en el que se deberían define los objetivos, líneas estratégicas, programas y proyectos en los ámbitos social, económico, ambiental, institucional y de infraestructura orientados a lograr la equidad social, el crecimiento económico y la sustentabilidad ecológica en el municipio.  

Separar la basura, reusar la ropa, utilizar la bicicleta, ahorrar agua, disminuir el uso del automóvil, plantar un árbol; todos estos son ejemplos clásicos de proyectos de sustentabilidad, sin embargo, estas acciones individuales o, en el mejor de los casos, colectivas, no son las únicas que pueden llevarse a cabo. 

Fuimos dotados con recursos naturales muy valiosos que estamos desaprovechando. Integrar la sustentabilidad en la estrategia de nuestro desarrollo no debe ser una opción, sino una obligación. 

*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista). 

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