Era de esperar para algunos, para otro no. Lo cierto es que los vecinos de Mercedes que tras la terrible tormenta vivida quisieron comprar velas, agua, cloro y otros bienes indispensables se encontraron con que les triplicaban el precio sin otro motivo que la especulación e insensibilidad pura.
El famoso libre mercado que se pregona desde el gobierno de Milei se hizo presente con fuerza.
Los paquetes de velas se triplicaron, el agua también. Y al que no le gustaba, que no compre. También en insumos básicos de otro tipo que durante los días previos tenían valores más bajos.
Sin duda, el “compre mercedino” que siempre se pregona para apoyar al comercio local dejó mucho que desear.
El comercio, el dinero, fue la única realidad que les valió a una gran cantidad de especuladores que, cuando les pasa a ellos, salen raudos a pedir ayuda a la comunidad a la que ahora le dieron la espalda.
