Selvistas arruinan mural dedicado a kirchner

Por Sebastián Varceló
rmedios@gmail.com

Entre la chicana y la torpeza hay un límite muy delgado que no todos logran discernir. Hay ciertos acontecimientos equivocados en la realizad que hemos incluido en las imágenes cotidianas y por eso cuando se suceden no le damos la atención que se merecen. Entre acciones políticas es muy frecuente.

Real es que el referente de un movimiento no está todo el tiempo supervisando lo que las voluntades o los contratados hacen a la hora de difundir sus actividades. Cierto es que no se debe responsabilizar directamente al intendente del atropello que cometieron quienes andan pegando los carteles de “Selva 2011” en la fachada de Casa Joven ubicada en la esquina de 14 y 33 donde se produce un gran error.

Primero, si lo que querían era hacer una chicana política le bastaba con empapelar el gran poste  de concreto que hay en la esquina. La humorada hubiera pasado sin agredir. Segundo, se dieron el lujo de pegar un afiche sobre un mural realizado especialmente con la figura de Néstor Kirchner, alguien que además también es referente del espacio en el que ellos se desenvuelven. Tercero, arruinaron una obra de un artista mercedino como lo es Jorge Blanco. Es decir, no sólo chicanearon a los integrantes de otra agrupación política sino que además le faltan el respeto al mayor ícono político que la fuerza que representan les ha dado.

A riesgo de ser reiterativos debemos volver sobre un punto. No se debe responsabilizar directamente al intendente, pero, como grupo político deben cuanto menos darse por aludidos del tamaño error cometido en términos políticos y éticos. No es lo mismo la chicana que la ofensa.  No es lo mismo la broma que la grosería. En este caso fue ofensa interna y externa cargada de grosería. No se debe decir menos que ello. Ofenden a un ícono de su propio partido. ¿Alguien imagina a un radical pintar un mural, por ejemplo, de Alfonsín, por más que sean de diversas líneas internas?  ¿Alguien se imagina a un socialista tachar un mural de Palacios? No. Eso no pasa o, al menos, no pasaba.

Las voluntades selvistas se dieron el gusto. Provocaron, lo cual es parte del folklore, y dañaron nada más y nada menos que un mural de Néstor Kirchner.

 

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