Por Claudia Landini /
A una semana de las elecciones Mercedes vivió la calma posterior a la tormenta. Con pocos indicios e intentos de salto de garrocha, reuniones de operadores y profundización de las sospechas.
La reciente sesión del Concejo Deliberante invita a sospechar, por el trato y la empatía, que no es delirio ver un bloque único del peronismo si Scioli llegara a perder.
Se observa, también, que posiblemente José Cestari esté encaminado a sus dos últimos años de política local. Difícil de remontar los escándalos de un MIC partido en tres donde Carlos Badano ya es pieza del bloque Cambiemos, junto a Juan Carlos Benítez que ingresó atado a la lista de Carlos Selva y terminó en un bloque unipersonal, para irse con el PRO y ahora asociarse a Cambiemos encabezado por el radical Fal, ganador de la interna.
El hermano de Ustarroz siguió caminando la ciudad. Se reunió con Selvistas y no selvista, gente que supo encargarse de traficar información a los medios opositores del intendente que aún están circulando en la gestión. Fue, con fotos incluida, un tema de los grupos de Whatss App que se convirtieron en un foro virtual del lleva y trae.
De la futura gestión pocas certezas hay. Cassiani podría ir a Salud y una mujer se menciona para Desarrollo Social, nada más. El antaño equipo de prensa del electo intendente se tomó la semana muy light y tras bombardeos de noticias ni siquiera circuló una evaluación de lo vivido, un mínimo acto comunicativo a la ciudadanía.
Lucas Fal, a pesar de la derrota, salió a exigir. Puso lo que hay que poner y dejó definiciones. Exigirá cumplimiento de temáticas y mostró su fuerza: 6 ediles, segunda fuerza y la energía que siempre tienen los nuevos.
La misma energía deben estar poniendo los responsables de los medios de comunicación local para evitar se desparramen los números mostrados ayer por el Diario La Nación de la distribución de la publicidad oficial. Seis años de buenos negocios para la prensa. HoyMercedes no figura. Su director no sabe si reír o llorar. Operaciones más caras que un trasplante, decía socarrón e irónico el dueño de otro medio, jugando con las palabras, en su Facebook.
Un puñadito de votos separó a Fal de Ustarroz, mientras un campo entero a Denápole de los polarizados. ¿Cómo se explica? ¿Cómo se explica la catarata de votos que se le fueron al selvismo? Las preguntas que cada uno puede dar una respuesta distinta. La realidad es la única verdad, decía Perón. Las explicaciones oficiales deben dejarse de lado para entender el tema.
Los garrocheros merecerían un capítulo aparte. ¿Se nutrirá para su futura gestión Ustarroz de los mismos de siempre o tendrá la capacidad de mostrar algo distinto sacándose el lastre de encima? Ni necesario dar apellidos. Basta con mirar las fotos.
Hay que destacar, eso sí, el desahogo de los verdaderos hacedores de la victoria: los cientos de jóvenes que le pusieron el corazón, la garra y las horas. No los vendedores de humo que se auto elevan el precio. Repito: para nombres mirar las fotos.
Pasó una semana de las elecciones. La calma, deseamos, ojalá haya servido para que el sector dirigente haya reflexionado y se mejore en la ciudad lo que deba mejorarse. No para el acuerdo y el acomodamiento.