Tito Sanguinetti se inició en el muralismo con un trabajo en su propia casa

Por TeCleArte – Un gaucho con su guitarra y su caballo y un colibrí que transmite paz y tranquilidad son los motivos elegidos por el artista multifacético. Una sextina de su autoría complementa los dos murales pintados en la fachada de su casa.

Los murales en los paredones de la ciudad con leyendas, consignas y artes pueden verse en distintos lugares. Artistas plásticos que son convocados o que piden permiso en espacio privados, así como agrupaciones sociales y políticas también se ocuparon de reflejar mensajes en las paredes  que dan a la vía pública. Osvaldo “Tito” Sanguinetti incursionó en el arte del muralismo con algo totalmente propio. A la temática que nos tiene acostumbrados, la plasmó en dos murales, dos murales que engalanan la fachada de su propia casa sobre calle 32, entre 41 y 43.

El ganador del último Salón de Pintura del Colegio de Abogados de Mercedes, volvió a fusionar la pintura, la poesía y el folklore argentino para hacer arte. En esta oportunidad, un mural que refleja a un gaucho, guitarreando en el amanecer, con la pava en el fuego y su caballo asomando. Ese gaucho se enfrenta a otro mural en donde un colibrí vuela hacia una flor. Una sextina complementa a los dos murales: “Pinta tu casa/pinta tu aldea/no importa como sea/pero hazlo con calma/y llevarás luz al alma/de todo aquel que la vea”. Imágenes y texto reflejan quién es y cómo es Tito Sanguinetti.

“El frente de mi casa merecía ser pintado. Así que arranqué por ahí. Me gustó como había quedado y decidí en las dos paredes laterales al galpón haría murales. Una experiencia nueva para mí. Son dos murales que están relacionados con mis raíces, con el folklore, con los gauchos. Con temas con los que trabajo en mis pinturas, mis poesías y mis canciones”, explicó Tito que recordó el germen de la imagen plasmada en el mural basado en un adorno de su casa.

“El otro mural es un complemento. Los colibríes para mí tienen  un significado especial. Dicen que cuando los colibríes van a un lugar te anuncian que las almas que tienen que ver con uno están elevadas, están en paz y están bien. A mi casa siempre vienen los colibríes a visitarme. Han tenido cría, he tomado fotos de sus nidos y pichones. Tengo una identidad muy grande con los colibríes. Y lo quise plasmar en el mural”, agregó el multidisciplinario artista.

“Me identifico mucho con estos murales. Por un montón de cosas. Amo el amanecer por su policromía, por lo que significa un nuevo nacer cada día. Por mi trayectoria de vida rural. Ya están pasando cosas extrañas con estos murales. Hay gente que pasan por la puerta de mi casa y se detienen a mirar. Leen la frase que pinté. Es una sextina propia basada en las sextinas de Hernández y su Martín Fierro. Con esa sextina quise plasmar el por qué pinté eso, en mi casa. Al pintar este mural le doy paz a quien los vea, el colibrí trasmite también esa paz y tranquilidad”, sintetizó Tito Sanguinetti que comenzó a incursionar en la utilización de los materiales pictóricos en un nuevo “lienzo” que merece una concepción distinta de la idea.

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