Se llevó a cabo la última manifestación «a favor de las dos vidas»

En la tarde del domingo, la Plaza San Martín fue el marco para que un numeroso conjunto de vecinos autoconvocados se manifiesten a favor de las dos vidas y pidieron a los legisladores que no den su voto positivo al proyecto de ley del aborto libre y gratuito; entendiendo que la interrupción del embarazo no puede ser una solución.

El próximo 13 de junio se votará, luego de varias semanas de debate,  por la ley del aborto. Dentro de este contexto, un grupo de mercedinos se juntaron en el centro de nuestra ciudad y alzaron la voz por los niños no nacidos y sus madres. “Toda vida vale. Salvemos las dos vidas”, fue una de las consignas del encuentro. Banderas argentinas y pañuelos celestes se vieron esta tarde en la manifestación que no tiene perfil religioso ni político. Este reclamo que se hará visible en todo el país en el mismo momento, no está financiada ni organizada por ningún movimiento religioso ni partidario.

“Nosotros desde aquí queremos hacer llegar, alzando nuestras voces, el sentir del pueblo argentino que siempre se ha caracterizado por la solidaridad y generosidad para con el prójimo. Es por ello que no podemos defender ni apoyar la despenalización del aborto, porque una vida humana no es un objeto que se puede tratar como residuo patológico. El aborto no puede considerarse, como falazmente pretenden hacernos creer, como una política de salud pues el embarazo no es una enfermedad y el aborto, su cura. El ser humano en todos los estadios de la vida debe ser respetado porque es un sujeto de derecho”, expresó una de las oradoras.

Además, dio su testimonio de vida, una vecina de la ciudad que, siendo ella muy joven, vivió una situación no deseada a la cual le plantearon una única solución: el aborto. No accedió a tal acción pero vivió en carne propia lo que se siente tomar esa decisión cuando el entorno no te da otras opciones. “hoy le hablo a los jóvenes y a los padres. La vida es amor, hay que educar en el amor”, declaró.

“Señores Legisladores, hagan historia, pasen a la posteridad. Pero con la frente alta siendo portadores de la dignidad y satisfacción verdadera del deber cumplido. No sean recordados como aquellos que un día fueron cómplices de sumergir a los argentinos en la cultura de la muerte, de la violencia donde prevalece el más fuerte, discriminándonos entre nosotros acerca de quién debe morir y quién vivir”, concluyeron.

Colaboración: María Eugenia Elizalde

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