Encuentro de cuentos e historias, encuentro de la alegría

Por Oscar Dinova* – «La alegría no está en las cosas, está en nosotros» (Richard Wagner, músico)

Invitado por la “seño “ Sabrina Rivas, de primaria, y acompañados por otra “seño”, Gisela Morelli y la Dir. de Primaria; Abigail Martínez, nos acercamos este Jueves a la mañana para tener un encuentro con las divisiones de 5to y 6to año de la hermosa institución de acceso sur. La convocatoria era leer, escuchar, intercambiar con los niños y divertirnos muchísimo, mientras aprendíamos tantísimas cosas.

Así, en el hermoso patio pleno de verde y sonrisas curiosas, fuimos desgranando las mil y una preguntas de un grupo de chicos y chicas, ávidos de saber todo lo que un autor-narrador puede contarles y transmitirles. Las manos se superponían, tumultuosas, las voces también, todos querían saber, todos querían conocer. ¿Cuándo empezó, cómo lo hizo, por qué, cuál le gusta más, de qué manera, etc.etc.?

¿Y qué mejor que las mascotas de mis libros para dialogar con alumnos tan cariñosos y entusiastas?

Así, Polito, el lechón-mascota de mi madre, llegó como una tromba desde el fondo de la galería de la Esc.N°3 de Rivas para contarles cómo puede un pequeño porcino convertirse en el amigo entrañable de una niña que allá, muy lejos, en los años ´30, vivía en el castillo encantado de una enorme escuela rural.

Luego, fue el turno de Lobo, nuestro fiel y viejo amigo, que les contó a los pibes el día que lo trajeron al Cuartel de Bomberos, allá por 1968, para hacerlo su hogar y de paso nos presentó a su amo; Don Antonio Viscardi, el de “los bigotitos finos y la frente ancha”. Entre todos le tiramos unas cuantas pelotas para que Lobo se entrenara en la querida Plaza San Luis.

Y como todos esperábamos, fue el turno de Negrita, mi dulce y noble mascota de la infancia, que enseguida se hizo amiga de todos. ¡Cómo nos divertimos cuando Negrita salió hecha una furia a perseguir a ese peligroso bandolero que entraba para robarnos y resultó ser mi adorado tío Carlitos que traía la leche del campo! Carcajadas alimentadas a fantasía pura.

¡Todos querían presentarle a sus mascotas a Negrita! Perros, gatos, loros, caballos, tortugas se atropellaban para decir… ¡Presente!

Lo habíamos logrado entre todos; maestros, alumnos y escritor-narrador, habían construido una mañana fantástica; literatura, anécdotas, afectuoso respeto y, por sobre todo, mucha alegría.

Era cierto entonces; la alegría estaba en nosotros. Solo debíamos dejarla salir.

Volveremos, claro, y esa vez quiero escuchar a los chicos contarme sus propias historias.

Están bien acompañados y motivados…

Seguro lo lograrán.

*Oscar Dinova, Escritor-narrador
Diana Manos, Fotografía

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