Hacia una primavera y un verano del 2022/23 con temperaturas más altas 

Por Cristián Frers* – El dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero, aunque el metano y el óxido nitroso, gases de efecto invernadero mucho más potentes, también están provocando el calentamiento global. 

Otras causas del calentamiento global que provocan el aumento de temperatura en la tierra son: el aumento exponencial de la población, destrucción de los ecosistemas marinos, devastación de los ecosistemas terrestres. Entre ellos, se encuentra la tala de bosques o la destrucción de los hábitats naturales.  

A medida que aumentan la temperatura, también lo hace el espíritu de la humanidad para hacer frente al cambio climático. Las temperaturas del planeta se han incrementado 0,76ºC en los últimos cien años. Actualmente, el calentamiento se encuentra en 1,1 grados, queda muy poco para llegar a los 1,5 grados que se estimaron en el Acuerdo de París. 

En Argentina, luego de haberse registrado el quinto otoño más frio de los últimos 62 años, y un comienzo de invierno que siguió en la misma sintonía, las temperaturas fueron morigerándose y las proyecciones con el correr de los próximos meses indican que irán hacia un marcado aumento por encima de la normalidad. 

Durante septiembre, es probable aun permanezcan anomalías térmicas negativas en el norte argentino, y respondan positivamente primero las provincias continentales del centro del país y el este patagónico, como resultado probablemente de una mayor frecuencia de vientos canalizados del norte. 

Con el correr de los meses, observaremos como las anomalías positivas de temperatura se extienden también hacia el norte argentino, y particularmente hacia diciembre se intensifican notablemente. 

Esto no es algo que no se haya experimentado en los últimos años. Basta recordar la histórica ola de calor de diciembre de 2013, la más persistente desde que se tienen registros sistemáticos. O mucho más reciente, la caliente primera quincena de enero vivida en Argentina en 2022, quebrándose más de 75 récords de temperaturas en 19 ciudades del país habiendo registrado su noche más cálida en la historia, según los registros del Servicio Meteorológico Nacional. 

Estas primeras tendencias para lo que será el cierre del 2022 son un signo de atención insoslayable. Hay que tomarlas con prudencia, pero siendo conscientes que el contexto ayuda a que este escenario sea bastante probable, con temperaturas medias por encima de lo normal y olas de calor que podrían empezar a materializarse desde finales de la primavera o recién comenzado el verano. 

Gracias al cambio climático antropogénico, el riesgo de que se desaten incendios forestales crece a medida que aumenta la temperatura del planeta, 

Las condiciones cálidas y secas que conducen a los incendios forestales están aumentando con el cambio climático, lo que aumenta el riesgo de grandes incendios forestales al hacer que los paisajes sean más susceptibles a quemarse con mayor frecuencia y severidad. Se prevé que los impactos del cambio climático en el riesgo de incendios aumenten en el futuro, y cada grado adicional traerá consigo un mayor riesgo. 

La relación entre la propensión de los incendios (pasados, presentes y futuros) sumada a una variedad de controles sobre la actividad de los incendios, incluido el clima, pero también la actividad humana, el uso de la tierra y el cambio en la productividad en la vegetación, tienen un impacto importante en la ignición y propagación de los incendios forestales. 

Los incendios forestales pueden tener impactos perjudiciales masivos en la sociedad, la economía, la salud humana y los medios de subsistencia, la biodiversidad y el almacenamiento de carbono. Estos impactos generalmente se magnifican en el caso de incendios forestales. 

Actualmente, se está discutiendo la Ley de Humedales en la Cámara de Diputados de la Nación… Se habla de los incendios forestales que se están produciendo en el Delta – Provincia de Santa Fe y Provincia de Buenos Aires, pero nadie habla de los incendios forestales que también en la misma época se están produciendo en el Parque Nacional Calilegua – Provincia de Jujuy donde se están quemando miles de hectáreas. El 13 de septiembre del 2022, el gobernador Gerardo Morales había anticipado que “El fuego seguiría varias semanas más” en declaraciones al diario El Tribuno de Jujuy, o de los incendios que se producen y provocan en cualquier otra región del país. 

La Ley de Humedales está siendo resistida por algunas provincias argentinas, como la Provincia de Santa Fe ya que desde la Sociedad Rural de Rosario se dice “Hoy los proyectos que se están discutiendo en el Congreso abarcan a gran plorcentaje de los humedales del país y esto nos alarma enormementeporque algunos de los proyectos generan extremas prohibiciones”, sostuvo la presidenta Soledad Aramendi y aseguro que “los incendios están siendo provocados porque quieren una ley que públicamente queda muy bien”. Además, señaló que “regular un humedal no es a través de la prohibición, es de una buena planificación” y desde la Provincia de Corrientes se argumenta que “Estamos muy preocupados porque si se sanciona, así como está, para Corrientes y su producción puede llegar a ser muy lesiva y afectar al derecho a la propiedad de muchos productores”, aseguró el presidente de la Cámara de Diputados de Corrientes, Pedro Cassani. 

El tema es que UNO debería dejarse de “chiquitajes” baratos y dejarse de mirarse el ombligo corto placista e impulsar una Ley de Humedales que impulse POLITICAS DE ESTADO AMBIENTALES a niver nacional, provincial y municipales… Ahí está el ojo de la tormenta. 

Como profesional del ambiente, comprendí que la naturaleza de los incendios está cambiando, y lo está haciendo muy rápido. Hay una gran cantidad de factores que intervienen y debemos tener en cuenta todos ellos. 

*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista). 

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