La falta de una política ambiental en Argentina 

Por Cristián Frers* – Con algunos proyectos de ley y otros que cuentan con cerca de 20 años de demora en su tratamiento, la agenda ambiental 2023 del Congreso de la Nación comienza a acumular una serie de temas clave para la política ambiental de la Argentina. Desde la incorporación en el Código Penal de delitos ambientales hasta la actualización del régimen de promoción para los biocombustibles, la Agenda Ambiental Legislativa publicada por el Círculo de Políticas Ambientales compila y analiza una selección de estas iniciativas presentadas en ambas cámaras con el objetivo de contribuir al debate. No obstante, y a pesar de ello, el avance en regulaciones o políticas públicas tendientes a proteger el ambiente o a la gestión sostenible de los recursos sigue estando rezagada. 

 El diseño e implementación de una política ambiental se erige como una condicionante importante para lograr la equidad, el desarrollo económico e indiscutiblemente, el cuidado del ambiente. Dicha política ambiental deberá reunir características de estabilidad a través del tiempo; consistencia con el desempeño institucional y general; y de consideración de las capacidades de liderazgo público y privado, así como de las condiciones económicas, políticas y sociales municipales. Aún más, el éxito de la gestión ambiental deberá fundarse en una clara definición de objetivos y prioridades que, además debe ser congruentes con las necesidades reales de la sociedad. 

Lo que ha dado lugar a una novedosa concepción, cual es la de promover el desarrollo en un marco de sustentabilidad. Los seres humanos como parte integrante y esencial de un sistema que requiere ser protegido y utilizado con criterios razonables para posibilitar el acceso a los recursos por parte de todos los habitantes de una localidad, una región o un país, y de las generaciones futuras. En este mundo actual no son suficientes los valores económicos para afrontar la realidad; también lo son los valores sociales y la protección de la tierra. 

Gran parte del problema de deterioro ambiental en Argentina se debe al convencimiento de que los recursos naturales son ilimitados e invulnerables, a la falta de una política adecuada, a la ausencia de coordinación en la aplicación de las normas y a la insuficiencia de información y conciencia pública sobre la protección de la naturaleza y el alcance de los sistemas de protección.  

La ley general del ambiente, numero 25.675 es una ley en Argentina que establece el marco regulatorio y legal para la gestión ambiental en el país. 

Esta ley establece los principios básicos de la política ambiental, las herramientas y las facultades necesarias para su aplicación y regula todo lo relacionado con la protección ambiental, incluyendo la prevención y control de la contaminación, la conservación de la biodiversidad, el desarrollo sostenible y la participación ciudadana en la toma de decisiones ambientales. 

Entre las disposiciones más importante, se destaca la obligación de realizar evaluaciones ambientales para todos los proyectos o actividades que puedan tener impactos significativos sobre el medio ambiente. También establece la figura de la autoridad ambiental, que es la encargada de fiscalizar y controlar todas las actividades y proyectos que puedan afectar al ambiente. 

El ambiente también necesita de políticas, iniciativas y programas que abarquen los desafíos que hoy enfrenta el país y el mundo.Pero en la Argentina pasa a ser un tema más dentro de una larga lista de promesas. Es una decisión de toda la dirigencia renunciar a los problemas de fondo. El poder político abandonó el proyecto de país, por lo que es coherente que hoy también abandone el tema del cuidado del planeta. Tal vez entonces sea hora de que todos lo incluyamos en nuestra agenda… Por favor, no volvamos a equivocarnos. Nuestra generación se enfrenta a la oportunidad más extraordinaria de grandeza que ninguna otra generación en la historia de la humanidad haya tenido jamás. Si no cambiamos nuestro rumbo y simplemente nos detenemos a observar que nuestra localidad, nuestra provincia, nuestro país o nuestro planeta colapse, seremos más odiados que ninguna otra generación que haya existido. Podrán observar que teníamos información más que suficiente para comprender los problemas que hemos provocado y verán con igual claridad que fallamos para salvar a la Naturaleza.Y nos odiaran por eso porque habremos cambiado nuestro confort por su futuro. 

*Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodistas). 

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