En el camino de los humedales artificiales

Por Cristián Frers* – El precandidato presidencial Sergio Massa por el Partido Unión por la Patria en el Segundo Debate Presidencial del 12 de noviembre del 2023 expreso “Quien contamina un río, tala un bosque o destruye un humedal, tiene que ir a prisión, de 3 a 8 años de prisión” a lo que yo agregaría, además de los empresarios, industriales y gente común, “Los funcionarios públicos y políticos que permiten esa contaminación, esa tala o esa destrucción… Comprende la misma pena judicial? Porque desde el año 2006 que estoy impulsando el uso de humedales artificiales en el Municipio de Carmen de Areco – Provincia de Buenos Aires, para evitar la contaminación por fosfatos (detergentes) en una fuente de agua dulce como es el rio Areco. Y… la verdad es que la gestión anterior encabezada por Marcelo Alejandro Skansi (2007 – 2019) y la gestión actual encabezada por Ivan Villagran (2019 – 2027, ya que se impuso en las últimas elecciones locales) junto a los funcionarios públicos miraron y miran para otro lado, como si no les interesada el tema.

Los humedales son áreas que están inundadas o saturadas por aguas superficiales o subterráneas con una frecuencia y duración suficientes para sostener una vegetación típicamente adaptada para la vida en condiciones de suelo saturado. Todos los humedales actúan como esponjas, brindando protección contra inundaciones al absorber el gran volumen de agua que puede liberarse repentinamente de la lluvia

En el caso concreto de las aguas residuales, las técnicas desarrolladas en biotecnología no sólo tienen como objetivo reducir la materia orgánica en general, sino que es utilizada para eliminar otros agentes contaminantes industriales. Su funcionamiento es similar a un espacio natural. Estos humedales artificiales permiten depurar el agua filtrando los desechos en un espacio reducido y controlado.

El uso de plantas acuáticas en el tratamiento de aguas residuales se ha convertido en un enfoque particular en los últimos años. Las plantas acuáticas como la lechuga de agua, el jacinto de agua, los camalotes y los juncos han sido utilizadas para la eliminación de un amplio rango de contaminantes de las aguas residuales. La alta productividad de algunas plantas flotantes y el alto requerimiento nutricional de nitrógeno (N) y fosforo (P) hacen que estas especies resulten adecuadas para reducir los niveles de estos nutrientes de los efluentes.

El aumento de la población humana también aumenta la cantidad de contaminación —explicó Nandita Basu, profesora de Waterloo y de la Cátedra de Investigación de Canadá en Sostenibilidad Global del Agua y Ecohidrología—. Si los contaminantes no son atrapados por los pequeños humedales, entonces llegarán a nuestros lagos, ríos y eventualmente afectarán nuestro suministro de agua potable y la capacidad de usar las costas para la recreación”.

La lucha por el saneamiento es una batalla contra la corrupción, la burocracia, la incapacidad, la apatía y la mentira; es en definitiva una lucha emblemática contra la mediocridad. En Argentina los humedales construidos tienen muy poco desarrollo. 

Si no cambiamos nuestro rumbo y simplemente nos detenemos a observar que nuestra localidad, nuestra provincia, nuestro país o nuestro planeta colapse, seremos más odiados que ninguna otra generación que haya existido. Podrán observar que teníamos información más que suficiente para comprender los problemas que hemos provocado y verán con igual claridad que fallamos para salvar a la Naturaleza. Y nos odiaran por eso porque habremos cambiado nuestro confort por su futuro.

Es por eso de que estoy convencido que el diseño e implementación de una política ambiental se erige como una condicionante importante para lograr la equidad, el desarrollo económico e indiscutiblemente, el cuidado del ambiente. Dicha política ambiental deberá reunir características de estabilidad a través del tiempo; consistencia con el desempeño institucional y general; y de consideración de las capacidades de liderazgo público y privado, así como de las condiciones económicas, políticas y sociales municipales. Aún más, el éxito de la gestión ambiental deberá fundarse en una clara definición de objetivos y prioridades que, además debe ser congruentes con las necesidades reales de la sociedad.

Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Tecnico Superior en Comunicación Social (Periodista)

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