Se realizará el acto por los seminaristas Doval y Barletti asesinados por la dictadura

Este viernes a las 10.30hs se llevará a cabo un acto en conmemoración del asesinato de los seminaristas palotinos Salvador Barbeito y Emilio Barletti. Se colocará una placa en calle 19 entre 12 y 14 que pasará a llamarse con el nombre de Barbeito y Barletti, víctimas de la última dictadura cívico militar. Jóvenes estudiantes del Colegio San Patricio generaron diversas acciones alrededor de la temática y son eje fundamental del acto. El sábado se volverá a vivir una jornada entorno a los asesinados seminaristas en el cementerio local con la participación por la Comisión de la Memoria Municipal.

Ambos seminaristas fueron asesinados en la denominada “Masacre de San Patricio en el Barrio de Belgrano”

Se conoce como la masacre de San Patricio al crimen perpetrado por los militares argentinos con el asesinato de tres sacerdotes y dos seminaristas palotinos el 4 de julio de 1976, durante la última dictadura cívico militar que se vivió en nuestro país, llevado a cabo  en la iglesia de San Patricio, ubicada en el barrio de Belgrano de la ciudad de Buenos Aires. Los religiosos asesinados fueron los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti.

Hace un año atrás, el Padre Tom, escribía las siguientes palabras cuando se colocaba las placas alusivas a Leaden, Kelly y Duffau:

Son Mártires

Por Padre Tomás O´Donnell S.A.C.

4 de julio de 1976, 1,30hs. En la noche helada varios hombres irrumpían en la casa parroquial de San Patricio de Belgrano, a la mañana siguiente, sobre la alfombra roja del living, cinco cadáveres en medio de un charco de sangre daban testimonio del horror.

Tres sacerdotes y dos seminaristas. Arrancados de la tierra de los vivos, materializando un mundo de prejuicios, de intereses ambiguos. Llevados hasta el extremo. Pero también haciendo presente en medio de nosotros aquella fidelidad irrenunciable a la verdad que llevó a tantos hombres y mujeres al supremo testimonio de la vida.

La vida y la entrega total a Dios de los 5 palotinos muertos el 4 de julio de 1976 nos inspiran e interroga. El interrogante se presenta como un desafío acerca de nuestro compromiso.

En esos días de julio de 2014 tenemos presente a “los 5” de la comunidad palotina, 5 hombres, indefensos que fueron asesinados de tal manera que la palabra masacre es la elegida para designar el hecho.

Los recordamos con afecto porque son nuestros hermanos, con dolor porque su sufrimiento nos conmueve y con respeto porque el ejemplo de sus vidas lo merece. Su muerte bien premeditada e intencional por parte de las fuerzas de seguridad sigue siendo misteriosa hasta el día de hoy. La justicia no ha logrado resolver el crimen. Sin embargo para los creyentes, la última palabra no está en manos de la muerte, no de la justicia humana; sino en manos de Dios y en el misterio de su amor.

No tengo dudas que “SON MARTIRES”.

Después de pasar 17 años en aquella casa y formar parte de la comunidad, llegué a conocer un poco más la vida, el pensamiento y la entrega de los cinco que hoy no tengo dudas en decir que eran hombre de Dios y por lo tanto, mártires.

La sangre de los mártires palotinos sigue gritando al cielo, reclamando la verdad de los hechos, desafiándonos a hacernos cargo de la historia.

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