Extraditan al presunto homicida de Casati que está preso en Uruguay

Tras más de un año y medio del homicidio de Mario Oscar Casati, de 69 años – ocurrido en su vivienda en la localidad de Agote – finalmente los investigadores tendrán la posibilidad de indagar al principal sospechoso del hecho. Se trata de Luis Marcelo Benavidez Méndez, de 40 años, oriundo de Uruguay quien fue detenido en su país de origen en mayo de 2017 tras una extensa investigación a cargo de la UFI N° 2, por entonces, a cargo del doctor Leandro Marquiegui.

Tras reunir una serie de elementos probatorios, se obtuvo la aprobación del Juzgado de Garantías N° 3 para solicitar la detención de este sujeto, objetivo que se logró rápidamente en el país vecino. Desde ese momento comenzaron las tramitaciones legales para su extradición. A pesar de la preocupación del cuerpo de fiscales, no se logró hasta hace algunos días que desde el país vecino lo pongan a disposición de la justicia local para tomarle declaración y avanzar en la resolución del hecho.

Benavídez Méndez permaneció hasta la fecha recluido en Uruguay. Por estas horas, estaría arribando al país con el apoyo de Interpol y se espera que en la jornada de mañana martes comparezca ante el cuerpo de fiscales, hoy a cargo del doctor Sebastián Villalba.

Por otro lado, según trascendió, la defensa la ocuparía la defensa oficial y se espera una declaración, o al menos una serie de pericias al imputado para poder determinar si efectivamente fue el autor material de un crimen que conmocionó a toda la comunidad rural.

 

El hecho

El martes 20 de diciembre de 2016 Mario Oscar Casati, de 69 años murió en la casa donde moraba con signos de haber sido agredido, en horas de la madrugada.

El hombre hacía dos años vivía en una casa de calle 516 entre 509 y 511 de la localidad. En las primeras horas del miércoles 21, un sobrino suyo que solía ir a quedarse algunos días a la casa de vez en cuando llegó y lo encontró tirado en el piso de la cocina ya fallecido, al lado de la mesa y con signos de una agresión en la cabeza severa.

En el lugar, había restos de utensilios utilizados por dos personas. Casati habría cenado con alguien esa noche. Los peritos estimaron que esta persona que lo acompañó a cenar estuvo por algunas horas con la víctima. No se sabe qué ocurrió, pero de pronto, esta persona tomó un palo (parecido a una varilla que se usan en los alambrados que utilizaba Casati para trabar la hendija inferior de la puerta que da al patio para que no ingresen sapos a la casa) y lo golpeó fuertemente en la cabeza. El golpe se lo dio desde atrás, a traición, mientras estaba sentado a la mesa y luego un segundo golpe en la espalda lo dejó al hombre tumbado en el suelo, y al poco tiempo producto de ello perdió la vida.

Tras el hecho, “la visita” se fue de la casa, cerró con llave y la arrojó afuera entre el pasto en la entrada del lugar.

Distintos elementos, entre ellos cámaras de seguridad, vinculaciones telefónicas y testigos, lo ubican a Benavídez Méndez como la última persona que vio con vida a Casati. Posteriormente, su rápida salida del país avivó aún más las sospechas que llevaron finalmente a su detención.

 

¿Vinculaciones?

Por otro lado, no se descarta que Benavídez Méndez sea también convocado por la UFI N° 3, a cargo del doctor Pedro Illanes. Y es que tres días después del homicidio del vecino Casati ocurrió la muerte de Sofía Santillán, una joven trans que se halló fallecida en el predio ferroviario.

Si bien es cierto que la vinculación del sujeto no es la hipótesis más fuerte de este segundo homicidio, no se descarta que tras algunas versiones de aquel momento, se lleven a cabo – al menos – pericias médicas para dilucidar si este hombre presenta las características físicas con las que se describió al presunto homicida de Sofía. No es un dato menor que en los reconocimientos fotográficos efectuados, este sujeto jamás fue sindicato por los testigos del caso Sofía, pero no se descartaría que la imagen del momento pudiera estar desactualizada a la fecha en que se cometió el crimen.

Todo ello será materia de investigación, al menos para agotar todas las instancias en un homicidio que preocupa a los investigadores tras los vaivenes de las declaraciones de las pocas personas allegadas a Sofía que la vieron por última vez, y los pocos elementos con los que se cuenta con la investigación. Vale recordar que la joven fue encontrada tres días después de su desaparición, y que las lluvias y temperaturas de aquella época causaron estragos en el cuerpo de Sofía dejando pocas pruebas sobre su atacante.

 

(Fuente: El Nuevo Cronista)

COMENTARIOS

Comentarios