El servicio eléctrico se ha convertido den un gravísimo problema para todas las instituciones educativas. En el caso de la Universidad Nacional de Luján, la casa de altos estudios a la que acuden diariamente cientos de mercedinos a estudiar y trabajar, pasó de pagar 5 millones mensuales a 15 millones de pesos de energía eléctrica.
A este ritmo, y si no aumentase, cosa poco probable, en los últimos 9 meses del año gastará 135 millones en energía eléctrica.
Laboratorios, aulas, salas de informáticas, todos espacios esenciales y fundamentales que no tienen ningún fin de lucro, por el contrario, forman profesionales, curan enfermedades, producen alimentos de calidad, generan investigaciones claves para las comunidades cercanas, no son un gasto, son una inversión como sociedad, como país, sin embargo, para el gobierno nacional no es así y el tremendo tarifazo al que es sometida pone en riesgo su funcionamiento.
Es una situación gravísima que atenta contra el sistema de educación y formación del país los tarifazos a los que se someten las instituciones educativas.
“Los actuales gastos de funcionamiento son insostenibles. La última tarifa de electricidad de la sede central fue de 15 millones de pesos, cuando la anterior había sido de 5 millones. El monto total, contabilizando los centros regionales, va a ser escandaloso. Nosotros tenemos un poco más de 70 millones de pesos de gastos de funcionamiento y en la sede central solo de luz tenés 15 millones” contó el mercedino y rector de la UNLu, el Licenciado Walter Panessi, dando cuanta de la gravedad de la situación y la insensibilidad del gobierno nacional.
